Uno de los gestos que más sorprendieron a la militancia DC esta semana fue la ofensiva de los propios diputados del partido para intentar convencer a uno de los suyos, el diputado Ricardo Rincón, que declinara a su interés de repostularse por un nuevo periodo en la Cámara para desactivar la crisis desatada sobre la DC y su candidatura presidencial. La arremetida terminó con una decisión aún más sorpresiva: el grueso de los parlamentarios de la bancada optó por poner sobre las manos de Goic sus repostulaciones al Congreso, como una manera de presionar al diputado por Codegua y Graneros.

El gesto fue agradecido en privado por la senadora por Magallanes y formó parte del giro que comenzó a dar la historia a mitad de semana y culminó este jueves con la decisión de Goic de retirar la candidatura de Rincón, utilizando sus facultades avaladas por la junta nacional.

El problema surgió cuando varios diputados DC, desde diferentes lugares, algunos desde la oficina de la bancada del Congreso en Valparaíso escucharon el discurso entregado por Goic desde su comando en calle Triana, en Providencia. De su alocución hubo un punto que dejó sin palabras a los parlamentarios: junto con lo de Rincón, la senadora designaba una comisión para revisar cada una de las candidaturas a cargo de abogado constitucionalista Patricio Zapata.

"Adicionalmente, le he pedido al destacado abogado Patricio Zapata que encabece un grupo de personas de intachable trayectoria, que asesore a la mesa del partido para la revisión de las listas de candidatos, dejando a salvo las instancias que establece la ley respecto de la definición de candidaturas", dijo la senadora en su discurso.

La sola mención del académico y de la posibilidad de que todas sus repostulaciones sean examinadas dejó en una incómoda posición a los integrantes de la bancada de diputados de la DC.

Hubo molestia entre los diputados, incomodidad, inquietud. Primero, según cercanos a la bancada, más bien hubo desazón, porque consideraron que la candidata y presidenta del partido tomó una decisión sin considerar primero la opinión de los incumbentes. Varios transmitieron en privado que se sentían pasado a llevar y que los gestos desplegados durante la semana para apuntalar a la abanderada no rindieron frutos, ni fueron suficientemente valorados.

Los más molestos, según comentaron en el Congreso, eran el propio primer vicepresidente, Matías Walker, y el diputado Fuad Chahín, quienes, además, esperaban de la senadora las disculpas públicas exigidas por los duros epítetos proferidos el domingo pasado por el esposo de Goic, Christian Kirk, en su contra.

Como no hubo mención al episodio, Walker y Chahín transmitieron en privado su incomodidad, aunque decidieron no escalar públicamente en el conflicto.

"Lo hacemos pensando en estándares objetivos que no sean susceptibles de arbitrariedades y que usemos estándares que están en la institucionalidad vigente, tanto de la ley de partidos políticos, como del Código de Ética de la DC y sus estatutos. En relación, por ejemplo, por condenas en delitos contra la probidad y similares", dijo Matías Walker, explicando la decisión de Goic.

Con todo, se comentaba que la medida dejaba en compleja posición a diputados vinculados a diferentes procesos, como el jefe de bancada DC, Roberto León, investigado en el caso SQM pero sin formalización, o Marcelo Chávez, quien tiene una causa por conducir en estado de ebriedad. Otro caso que podría ser cuestionado es el de la ex directora del Sename Marcela Labraña, candidata a diputada validada por la junta nacional del fin de semana, pero que ha sido cuestionada por su rol en la muerte de la menor Lissette Villa, que desnudó una crisis de la institución y que terminó con su mandato en el organismo.

Consultado por el tema, el académico Patricio Zapata declinó comentar el tema, aunque se supo que elaborará un informe que será entregado a la candidata presidencial y jefa partidaria.