La materialización de la reorganización judicial de Masvida, sigue encontrando piedras en el camino.
Esta vez se trata del reconocimiento de deuda de las firmas relacionadas de Empresas Masvida (EMV) – entre ellas MV Financial y MV Clinical-, con la ex Isapre, referidas a "cuentas por cobrar" por unos $78 mil millones, y que forman parte de la segunda fase del acuerdo al que llegaron – en abril de este año, Nexus y el interventor de la ex isapre, Robert Rivas, para materializar el traspaso de la cartera de más de 300 mil afiliados.
Sin embargo, hasta la fecha el directorio de EMV no ha reconocido los montos debido a inconformidad con las cifras que lo sustentan.
La importancia de este reconocimiento radica en que Nexus lo ha puesto como condición para el traspaso de los $27 mil millones con los que Rivas piensa financiar el pago a acreedores no prestadores de la ex Masvida, en el marco del recién acordado plan de reestructuración judicial.
Por ello el interventor imprimió presión al directorio de EMV que dirige el doctor David Medina, para reconocer las cifras, remitiéndoles el lunes los informes de Delloitte y Grant Thorton, pidiéndoles una respuesta. Ello mientras el acuerdo de reorganización avanza en el tribunal que, tras las resolver si las impugnaciones presentadas proceden o no, debe definir su aprobación, abriéndose con ello plazo de 60 días en que Nexus debe transferir el monto comprometido.
Sin embargo, consultado al respecto, el abogado asesor del directorio, Mario Rojas, afirmó que no hay plazos que los obliguen a responder en una fecha determinada y que el directorio de EMV mantiene su postura de inconformidad con el procedimiento aplicado en ambos informes. "No cuentan con una base de información y documentación soportable (…) Más aún, el propio interventor ha reconocido en diferentes contratos que la contabilidad no le merece fe", sostiene Rojas.
Relación crítica
La compleja relación entre el nuevo directorio de EMV y Nexus se arrastra desde tiempo e incluye una querella del holding de médicos penquistas contra el fondo de capitales estadounidenses y el propio interventor Robert Rivas.
El reconocimiento de deuda es uno de los principales puntos de desencuentro, según conocedores del proceso. Ello porque mientras EMV acusa a los estadounidenses que hoy controlan su ex cartera de afiliados, de usar este requisito como "moneda de cambio" para quedarse también con el control de las clínicas, que son parte importante de los deudores de la ex Masvida; desde Nexus defienden el estricto apego a los contratos firmados en abril cuando se acordó con Rivas y el Superintendente de Salud, Sebastián Pavlovic, el traspaso de los afiliados y el reconocimiento de las cuentas por cobrar. De hecho, fue en ese marco que el pasado 18 de octubre, luego que la junta de acreedores aprobara el acuerdo de reorganización judicial de la ex isapre, el fondo declaró que cumpliría con las obligaciones que gatillan la aprobación de la Reorganización Judicial, pero que igualmente "exigirá a todas sus contrapartes, el cumplimiento irrestricto de todas sus obligaciones en el marco de los mencionados contratos, en especial el reconocimiento de las deudas de Empresas Masvida y empresas relacionadas con Isapre Masvida, que a la fecha aún no han sido reconocidas (…) y que deben ser suscritos por EMV o el administrador provisional, Robert Rivas".
Sin embargo, según conocedores del proceso, EMV está hoy analizando als cifras envuadas por Rivas pero "sin presiones". Más aún, su principal foco sería avanzar en la venta de las clínicas a un tercero, opción que se habría vuelto más viable con la separación de la crisis de Clínica Las Lilas, entidad que ayer inició un proceso de liquidación.