Un centenar de socorristas buscaba el jueves a 15 hombres que quedaron atrapados luego de una inundación en una mina de oro en el noroeste colombiano.
Oficialmente son 15 los desaparecidos, explicó por teléfono a The Associated Press Carlos Iván Márquez, director general de la estatal Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres.
Otras autoridades habían hablado de 16 víctimas e incluso el presidente Juan Manuel Santos dijo la víspera que "se tiene conocimiento de 17 personas desaparecidas".
"Se está trabajando básicamente en la sacada del agua" de los socavones de más de 17 metros de profundidad, indicó a AP César Urueña, director de socorro nacional de la Cruz Roja Colombiana.
El accidente se produjo el miércoles en una mina ubicada en el municipio de Riosucio, en el departamento de Caldas y a 200 kilómetros al noroeste de Bogotá.
Desafortunadamente "no pudimos salir todos (los mineros) a la superficie", dijo a AP vía telefónica Yeison Gutiérrez, de 34 años y sobreviviente del accidente.
Agregó que "pese a la situación que estábamos viviendo en ese momento, ayudé a sacar a unos compañeros, pero a mi compañero principal que estaba conmigo no lo pude sacar". A nado salió a la superficie luchando contra la presión del agua.
En un buen mes de trabajo en la mina, dijo, puede ganar unos 841 dólares, pero en uno regular sólo obtiene unos 380 dólares o menos.
Para tratar de sacar el agua de la mina, precisó Urueña, fueron instaladas tres motobombas. El funcionario indicó que las labores de rescate se han complicado porque a la mina le llega agua de un afluente del caudaloso río Cauca. "Entonces es muy complicado si usted saca agua por un lado y entra por el otro".
Según Urueña "lo que se ve es que no hay ninguna condición ni ninguna posibilidad de vida, pero igual el protocolo dice que hasta tanto se recuperen los cuerpos seguimos hablando de desaparecidos".
De acuerdo con el director de Defensa Civil de Caldas, Jaime Gallego, "cada hora, cada minuto y cada segundo que pasa disminuye más las probabilidades de encontrarlos con vida".
El miércoles Santos dio la orden de no escatimar esfuerzos para rescatar a los mineros atrapados.
El dueño de la mina, Leonardo Mejía, indicó que en la mina estaban trabajando 80 personas y que el socavón era legal.
Pero la Defensoría del Pueblo pidió investigar a la empresa y al dueño de la mina porque "permitía su faena bajo circunstancias de alto riesgo para su integridad".
La entidad alertó sobre el riesgo inminente para los trabajadores de 3.000 complejos mineros del país que están en proceso de formalización ante las autoridades pero que al parecer no tienen la vigilancia adecuada.