Los socorristas intentaban este domingo acceder a una región montañosa del norte de Afganistán donde las inundaciones han dejado hasta ahora 80 muertos y han devastado cultivos y pueblos enteros. 

"Las inundaciones destruyeron unos nueve kilómetros de carreteras, por lo que las autoridades están intentado entregar la ayuda humanitaria por vía aérea", dijo Obaidulah Ramin, un responsable de la provincia de Banghlan, quien confirmó la recuperación de 80 cadáveres.

Según las autoridades del distrito de Guzargah-e-Nur, en la provincia de Baghlan, el número de desaparecidos es muy grande y las autoridades temen que  el balance de víctimas de las lluvias torrenciales aumente en las próximas horas.

"Lo han perdido todo, sus casas, sus bienes, sus campos, su ganado, no tienen nada para sobrevivir", explicó el jefe de la policía local, Jawed  Basharat. "Necesitan agua potable, alimentos, mantas y tiendas", aseguró.

El ejército está movilizado para ayudar a las víctimas y todavía hay mucha gente en las cimas de las montañas que no han recibido ayuda, indicó el jefe de  la policía.

"Hay grandes superficies de agua estancada y cuerpos bajos los escombros y el barro", explicó por su parte a la AFP Mohammad Nasim Kohzad, un responsable  de la agencia local de catástrofes naturales.

Según el jefe del distrito, Noor Mohammad Guzar, las inundaciones destruyeron cuatro pueblos, arrasaron 2.000 casas, varios campos y mataron a miles de cabezas de ganado. 

Estas inundaciones súbitas son frecuentes durante la temporada de lluvias en Afganistán y destruyen con facilidad las casas precarias de la zona.

En las últimas semanas más de 19.500 familias afganas se han visto afectadas por las inundaciones, que destruyeron cerca de 8.000 casas y dejaron 175 muertos, según la Oficina de las Naciones Unidas Para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA).