En medio de los elogios y la euforia por el histórico triunfo de Chile ante España, la invasión de casi 200 hinchas a la sala de prensa del Maracaná, para intentar ver el partido, fue una triste mancha. En Brasil, los medios apuntan a los problemas de seguridad y a que se pudo evitar, considerando que en el debut de Argentina, en el mismo estadio, ocurrió algo similar, pero a menor escala.
Las autoridades brasileñas dieron 72 horas para dejar el país a los 88 chilenos detenidos. "No asumimos ninguna responsabilidad, estamos tratando que salgan, pero la responsabilidad es de ellos y sus familias. La imagen es pésima para nosotros, porque no respetamos la legislación vigente", expresó Samuel Ossa, consúl de Chile en Río de Janeiro.
Ossa agregó que "no son delincuentes, se los llevó la pasión, cometieron un error, pero no los quiero calificar de delincuentes". Además, dijo que no cree que las autoridades brasileñas se pongan más exigentes con los hinchas chilenos: "Los brasileños tienen gran cariño con Chile, están muy contentos con nosotros. Hay 40 mil personas acá y la mayoría está disfrutando".
Pero en Brasil quedaron preocupados y el incidentes ha ocupado espacio en los medios. Folha da Sao Paulo calificó el hecho como "el más serio problema de organización y seguridad de la Copa".
Además, explica que se produjeron críticas cruzadas entre el Comité organizador, las autoridades y la FIFA. Esto porque en el partido del domingo entre Argentina y Bosnia, también en el Maracaná, se produjo un incidente similar, pero a menor escala. Pese a esto, el organismo rector del fútbol no pidió reforzar la seguridad.
Lance también apunta a que el incidente se podría haber evitado si es que el COL y la FIFA se hubieran preocupado de mejorar la seguridad.
Los medios también cuestionan que la Policía Militar debería custodiar mejor los accesos, ya que hay lugares por los que se puede llegar al estadio sin entrada.