Los investigadores de la Universidad de Utah han elaborado un gel que se aplica por vía vaginal y que, una vez dentro, se vuelve una estructura semisólida que impide el paso del virus.
El producto desarrollado por el bioingeniero Patrick Kiser es único y podría ser de gran utilidad para las mujeres que desean protegerse durante las relaciones sexuales.
Los estudios que ha hecho Kiser muestran que el polímero forma una red cuyos poros tienen la mitad de tamaño que el VIH. De esta manera, actúan como barrera e impiden la infección.
La búsqueda de un microbicida vaginal es un objetivo de las ONG que luchan contra el sida, sobre todo con vistas a su uso en África y otras regiones donde, por razones culturales, las mujeres están más expuestas. Además, un gel de este tipo tiene la ventaja de que puede ser ocultado a los hombres (muchos consideran una ofensa que la mujer piense que ellos están infectados y se quiera proteger), y hasta puede ser vendido como un lubricante que les hará las relaciones más placenteras.