El debate respecto al atractivo de la economía chilena para realizar inversiones ha sido extenso los últimos años, profundizado por las perspectivas de un cuarto año consecutivo de contracción de este ítem en 2017.
Sin embargo, la postura de los inversionistas extranjeros al respecto es concluyente. Esto, dado que no solo sigue disminuyendo el monto de la inversión extranjera directa (IED) en Chile desde 2014, sino que hoy, en el margen, se retiran capitales.
Según información levantada por el Banco Central (BC), en el segundo trimestre de 2017 se concretó la mayor desinversión de capitales extranjeros desde que existen registros (2003), tras ceder US$ 313 millones, cifra que considera las participaciones en capital, las utilidades reinvertidas y los instrumentos de deuda.
De acuerdo a los datos del BC, solo el cuarto trimestre de 2006 había ocurrido algo similar, cuando el balance de la inversión extranjera arrojó una caída de US$ 235 millones.
De esta forma, 2017 arriesga con registrar el tercer año consecutivo de caída de la IED (tras el descenso de 14,8% en 2015 y de 40,3% en 2016).
Respecto de las participaciones del capital (la inversión directa) entre abril-junio se registró una caída de US$ 765 millones, la mayor desde el segundo trimestre de 2013. Según el BC, "la disminución observada se explicó por retiros de capital, específicamente del sector minero".
Cobre y competitividad
Frente a este complejo escenario, David Coble, economista jefe de InvestChile -agencia de promoción y atracción de la inversión extranjera estrenada en 2016- indicó que "la explicación más probable es que esta caída, al igual que la registrada el año pasado, esté asociada a la baja inversión minera, algo similar a lo que hemos observado en países como Perú y Australia". En este sentido, afirmó que "más del 45% de la inversión extranjera total se explica por este sector, pero también genera un efecto 'derrame' sobre otros como infraestructura y comercio".
Diagnóstico compartido por Rafael Aldunate, ex vicepresidente ejecutivo del antiguo Comité de Inversiones Extranjeras (CIE), y que además participó en la Comisión de Inversión Extranjera que creó la Presidenta Bachelet en 2014. A su juicio, el sector minero en Chile ha perdido competitividad los últimos 15 años, como lo clasifica el Instituto Fraser, bajando del cuarto lugar del ranking al puesto 39 en el último estudio. "La razón de por qué caemos de manera lapidaria en el ranking es por la reforma tributaria y la laboral. Últimamente se destaca los problemas de gestión medio ambiental. Y puede ser que los inversionistas extranjeros sepan poco del país, pero saben lo relevante", dice.
Desaparece el DL 600
"El único sector donde el Decreto Ley 600 era crucial era la minería, por lo que esta caída en la IED no es ninguna sorpresa", es una de las críticas que espetó Matías Mori, ex vicepresidente del CIE en el gobierno anterior, recordando el contrato-incentivo derogado por la reforma tributaria a partir de 2016. Según el actualmente socio del estudio jurídico Momag, tras la derogación del DL600, que ofrecía a los inversionistas extranjeros el derecho de repatriar utilidades y acceder a una tasa impositiva invariable del 42%, no hubo nuevos incentivos.
"Se ahuyentó la inversión, el cambio no estuvo bien planeado, se aplicó y comunicó mal. Chile tiene que tener un estatuto de inversión extranjera, pudiendo ser un contrato que se revise y mejore", enfatizó, cuestionando además el rol de InvestChile, calificándolo como "un gasto fiscal innecesario".
Aldunate en tanto dijo que "en la Comisión propusimos mantener por cuatro años el DL600 para que mejorase el devenir de la economía antes de implementar su derogación definitiva, pero quedó un grado hipotético de incertidumbre de qué ocurrirá después, lo que es complejo para las inversiones". Además cuestionó que InvestChile promueva algunos sectores por sobre otros cuando realiza su acción de atracción de inversiones. "No se puede discriminar, hay voluntarismo en este sentido", dijo.
Según el BC, aún se registran operaciones por contratos firmados anteriormente entre el Estado e inversionistas en base al DL600, pero de a poco el mecanismo va desapareciendo. "Se espera que estas operaciones vayan disminuyendo hasta extinguirse cuando las fechas estipuladas para el ingreso de capitales venzan, lo que ocurriría el 2025", detallaron.