Las paredes de la oficina de Manchester de Ray Ranson celebran los momentos culminantes de su carrera de 17 años como defensor en el fútbol inglés. En uno de sus momentos más memorables, el Manchester City de Ranson enfrentó al Tottenham Hotspur en la final de la Copa F.A. en mayo de 1981. Los 92.000 seguidores que asistieron al Estadio de Wembley en Londres hacían tal estruendo que ni siquiera se escuchaba el silbato del árbitro.
En el minuto 11 del primer tiempo, Ranson, que era el número dos y rebosaba adrenalina, lanzó un tiro libre a 30 metros del área penal. En rápida sucesión, tres jugadores cabecearon la pelota antes de que un mediocampista del City anotara el gol con el pie derecho y empatara el partido 1 a 1. Si bien el City perdió 3 a 2, a Ranson aún le brillan los ojos cuando describe la emoción que sintió ese día, informará la revista Bloomberg Markets en su edición de abril.
Ahora, 18 años después de retirarse, Ranson saca partido de su pasión por el deporte más popular del mundo. En su condición de fundador y máximo responsable ejecutivo de R2 Asset Management Ltd., compite en el controvertido mercado de apuestas sobre el valor de las transferencias de jugadores de fútbol, el monto que un club debe pagarle a un equipo por un atleta contratado.
Ranson, que recluta a inversores institucionales y busca jugadores, dice que las apuestas de su fondo con frecuencia han obtenido retornos de alrededor de 50% en dos años.
Salvavidas financiero
Si bien el uso de pagos por transferencia para compensar a clubes pequeños por la liberación de atletas comenzó en Inglaterra en la década de 1890, las apuestas al respecto son un fenómeno reciente. Empezaron en Argentina a fines de la década de 1990, y desde entonces por lo menos 11 fondos han invertido en centenares de jugadores, entre ellos Cristiano Ronaldo, el delantero superestrella del Real Madrid.
Ocho de los fondos tienen en la actualidad más de US$500 millones de apuestas sobre derechos de transferencia en todo el mundo, estima Julio Senn, un socio de Senn, Ferrero, Asociados Sports Entertainment SLP, una firma legal que tiene sede en Madrid y asesora a inversores sobre la compra de participaciones en jugadores.
Ranson, que tiene 52 años, dice que las inversiones en derechos de transferencia son buenas para el fútbol porque proporcionan un salvavidas financiero a equipos que necesitan efectivo. Muchos clubes, en especial en el sur de Europa, tienen problemas para obtener ingresos y préstamos bancarios luego de la crisis del crédito de 2008, por lo que recurren a las inversiones en transferencias como forma de reunir efectivo, dice José María Gay, un profesor de la Universidad de Barcelona que estudia las finanzas de los equipos de fútbol.
En el marco de un acuerdo habitual, dice Ranson, se puede pagar US$1,3 millones a un equipo español para adquirir el 50% de lo esperado por un atleta en ascenso.
"El club lo necesita", dice Ranson, cuyo fondo ha invertido a febrero unos US$75 millones en 20 jugadores en Europa. "Los bancos están cerrados".
Los clubes obtienen una rápida inyección de dinero, pero sacrifican una ganancia mayor unos años después, cuando negocian la venta del jugador y comparten el monto de la transferencia con un inversor.
Traffic Sports, una división de Traffic Marketing Esportivo en Sao Paulo, es uno de los inversores más importantes en derechos de transferencia. Su segundo fondo, que se creó en 2008 y obtuvo US$50 millones, ganó un 62% en los primeros 21 jugadores vendidos, según una presentación de 2012 de TraffiCSports.