Un tercio de los casos de malaria en bebés africanos pueden ser prevenidos al darles dosis periódicas de medicamentos contra la malaria incluso antes de que los niños se infecten, informaron hoy expertos.
La investigación sobre tratamiento preventivo intermitente de la malaria en infantes (IPTi por su sigla en inglés) determinó que eso ayudaba a los niños a tener mejores defensas ante la enfermedad
Ambos beneficios disminuyen si el tratamiento se da continuamente como profiláctico, según la investigación publicada en la revista médica The Lancet.
Pedro Alonso de la Universidad de Barcelona, quien dirigió un estudio usando datos de 8 mil niños e infantes en Tanzania, Mozambique, Gabón y Ghana, dijo que la investigación mostró que el IPTi con la medicina sulfadoxina-pyrimetamina (SP) podía salvar "decenas de miles de vidas cada año en Africa".
Si se expandiera el uso de IPTi con SP a otros países africanos, 6 millones de casos de malaria podrían ser prevenidos anualmente en aquellos más vulnerables a la enfermedad, dijo en una teleconferencia en Londres.
"Los hacedores de políticas internacionales y jefes de programas nacionales de control de malaria deberían considerar su inmediata adopción e integración en los programas existentes", declaró.
La malaria es uno de los problemas de salud pública más demandantes del planeta. Causa la muerte a cerca de un millón de personas por año. De un estimado de 247 millones de casos de malaria en 2006, el 86% fue en Africa.
NO ES MAGICO
Alonso remarcó que el IPTi "no es una bala mágica" contra la malaria y, junto a sus colegas, también destacó que la resistencia a la SP, existente desde hace 30 años, se ha expandido por varias regiones de Africa, lo que podría limitar la efectividad del IPTi con ese fármaco.
El experto agregó que el costo de la SP está entre los 13 centavos y 23 centavos de dólar estadounidense por dosis y podía darse a infantes cuando asisten a los hospitales para las inmunizaciones de rutina.
En abril de este año, la farmacéutica británica GlaxoSmithKline Plc empezó la etapa final de las pruebas clínicas de su vacuna contra la malaria, Mosquirix, en el mayor experimento médico hecho en Africa que involucra a 16 mil niños.
Alonso aseguró que a pesar de la expectativa por la posibilidad de una vacuna, la inmunización no ofrecería una solución completa.
"Controlar la malaria no se trata de usar una u otra herramienta", señaló. "Se trata de usar todas las herramientas que tenemos actualmente, y las que podemos desarrollar, para reducir la intolerable carga de esta enfermedad".
David Schellenberg de la London School of Hygiene and Tropical Medicine dijo que los mosquiteros tratados con insecticidas eran el principal pilar de la prevención.
Por otra parte, la estadounidense Academy for Educational Development reportó el jueves que un proyecto de 10 años financiado por el Gobierno de Estados Unidos en Africa ayudó a entregar 50 millones de mosquiteros para camas de personas en siete países gratuitamente o a un bajo costo.
El proyecto también creó suficientes incentivos para que compañías privadas decidieran invertir 88 millones de dólares en la expansión de sus empresas de mosquiteros, señaló el informe.