Las bombas de poca potencia que ETA hizo estallar el domingo en la isla española de Mallorca fueron cuatro y no tres, según las últimas investigaciones, indicaron hoy fuentes policiales a medios españoles.
El cuarto artefacto estalló en un bar de Palma de Mallorca, una explosión que inicialmente se había atribuido a una acumulación de gas.
Según las investigaciones, esa bomba habría sido la primera en estallar, en el mediodía del domingo. Hasta allí se desplazaron hoy agentes de la policía científica. El establecimiento se encontraba cerrado desde el pasado viernes.
A esa explosión le siguieron otras tres: una en un restaurante, otra en otro bar y la última en una galería comercial situada debajo de la Plaza de España de la capital mallorquina.
Todos los artefactos fueron colocados en los servicios de mujeres, por lo que las fuerzas de seguridad parten de que fue una mujer la que lo hizo.
Entre las hipótesis con las que trabaja la policía está que los etarras colocasen los cuatro artefactos con temporizadores antes de matar el pasado 30 de julio a dos guardias civiles con una bomba lapa en la isla y que después de hacerlo saliesen de Mallorca.
IMPACTO LIMITADO EN EL TURISMO
El gobierno español de José Luis Rodríguez Zapatero sostuvo hoy que la campaña de atentados de ETA en Mallorca "tiene un impacto muy limitado".
"Hace 30 años que ETA intenta afectar al turismo en España y el turismo cada vez es más fuerte", dijo el secretario de Estado de Turismo, Joan Mesquida.
Las instituciones trabajan "en minimizar el impacto de la situación" en el turismo, aseguró.