Las autoridades malasias denunciaron hoy el espionaje y robo de datos, llevados luego a China, a los investigadores que intentan esclarecer el misterio del vuelo MH370 de Malaysia Airlines, desparecido el pasado 8 de marzo.

Un día después de la desaparición del avión ya hubo un primer ataque, informó el jefe de la agencia malasia de seguridad online Amirudin Abdul Wahad al diario "Star".

Protocolos de las conversaciones e información confidencial se vieron afectados y entonces las autoridades avisaron a la organización de la policía nacional Interpol.

Dos terceras partes de las personas que viajaban a bordo eran chinos. Familiares de las víctimas y las autoridades chinas acusaron a los investigadores malasios de realizar un trabajo poco eficiente y de mantener en secreto información importante.

Mientras tanto, el primer ministro australiano, Tony Abbott, informó hoy que la búsqueda del avión, cuyos restos aún no fueron hallados, continuará en septiembre.

El Boeing de Malaysia Airlines que viajaba con 239 personas a bordo de Kulala Lumpur a Beijing desapareció de los radares horas después de su despegue el pasado 8 de marzo. Imágenes satelitales mostraron después que siguió volando durante horas en dirección sur y se cree que se accidentó en el Océano Índico cuando se le acabó el combustible. Sin embargo aún no se han encontrado sus restos y el misterio de lo ocurrido a bordo continúa.