En el Centro Tecnológico de Berries del Maule, parte de INIA Raihuén –en la VII Región– comenzaron en enero a trabajar en un nuevo proyecto para crear una variedad de frambuesa chilena. El estudio durará alrededor de 10 a 8 años y su principal objetivo es obtener una fruta firme y bien cohesionada.
El proyecto cuenta con el apoyo de la Universidad Católica y ha recibido recursos del Consorcio Frutícola de Asoex y de Corfo Innova. Las investigaciones en tanto, se están realizando en dos centros: en la Estación Experimental de Pirque de la Universidad Católica y en el Centro Regional de INIA Raihuén, el segundo en Villa Alegre, en la Región del Maule.
Según consigó Portal Frutícola, José San Martín, investigador de INIA Raihuén, explica que "estamos trabajando para obtener variedades tanto para fresco como variedades para la agroindustria. En fresco el objetivo es básicamente obtener un fruto grande, firme, bien cohesionado y que tenga un sabor, color y aroma que pueda interesarle al mercado".
Dentro de las principales características que la fruta debe tener destaca la vida poscosecha. "Es algo prioritario", dice San Martín. En palabras del investigador, es especialmente trascendental porque "la frambuesa no tiene las características, por ejemplo, de los arándanos, las frambuesas son mucho mas perecibles".
Por ahora, el proyecto está en la primera etapa, la cual debiera culminar en un plazo de dos a tres años. En esta fase los investigadores trabajarán en la creación de un banco de germoplasma para realizar cruzamientos y recombinación de genes. A partir de ellos, se realizarán cultivos con las nuevas plantas obtenidas a partir de las cuales se efectuarán sucesivas selecciones hasta obtener el resultado deseado.