El último informe del Panel Intergubernamental de Expertos en Cambio Climático de la ONU (IPCC), muestra un futuro incierto por las consecuencias del cambio climático. Sobre todo si el volumen de las emisiones de dióxido de carbono (CO2) que se emiten regularmente se mantienen.

Con ese objetivo en sus mentes, investigadores del departamento de ingeniería y procesos de Ainia Centro Tecnológico, desarrollaron una planta —la primera en su clase— que procesa el CO2 de tal manera que su resultado puede producir combustible, cultivar microalgas, descafeinar el café, obtener aceites e incluso eliminar pesticidas del arroz. De esta manera se reduciría drásticamente la carga de dióxido en la atmósfera y, al mismo tiempo, aprovechar esta "nueva materia prima" para otros usos y así remediar —en algo— el efecto invernadero.

"No tiene mucho sentido que existan procesos de fabricación de CO2 cuando se puede aprovechar industrialmente el que se genera en otros de origen químico y energético", dice Elvira Casas, investigadora del proyecto, al diario El País.

Entre los usos que se pueden realizar con este tipo de tecnología se encuentran:


- Extintores de incendios.
- Aditivo alimentario con propiedades bactericidas en carbonatación de bebidas, conservación de alimentos y extracción de compuestos (cafeína o aceites esenciales).
- Invernaderos al mejorar el proceso de fotosíntesis. También se usa en el agua de riego. - El procesado de nuevos polímeros.
- Creación de ambientes adecuados para la manipulación de órganos artificiales, estimulante de respiración o dilatación quirúrgica.
- Energía mediante un proceso conocido como fotosíntesis artificial. También se desarrollan procesos para producir gasolina y otros hidrocarburos líquidos a partir del CO2 y vapor de agua.
- En la industria textil sustituye a disolventes utilizados para la limpieza en seco.
- Como acidificante en el tratamiento de aguas residuales.
- Enfriamiento de componentes electrónicos.