Las fuerzas de seguridad argentinas tratan de localizar a un empresario tunecino, radicado en el país, por su supuesta relación con unos correos electrónicos en los que el grupo yihadista Estado Islámico amenazaba a la presidenta argentina, Cristina Fernández, informaron hoy medios locales.
Según publica el sitio de noticias Infobae, el hombre que está siendo investigado por la Secretaría de Inteligencia (SI) de Argentina es un empresario que se dedicaba a exportar madera como "pantalla" para ocultar actividades ilegales.
En su edición de hoy, el diario Clarín señala que la investigación ha revelado que el sospechoso tenía "contactos frecuentes con grupos islámicos de la ciudad de Baalbek, en El Líbano, y en uno de sus ordenadores se encontraron "instrucciones de amenazas contra la Presidencia de la Nación".
Según los medios, la última pista que las fuerzas de seguridad tienen sobre el empresario, químico de profesión y especialista en explosivos, se localiza en la ciudad de Iguazú, en el noreste del país, donde estuvo recientemente.
En declaraciones al diario Pefil, el magistrado Alberto Recondo, encargado de la investigación de los correos electrónicos, confirmó que los mensajes llegaron vía mail al servicio 911, y señaló que "casi con toda seguridad vinieron del exterior".
"Cuando se me informó que las amenazas habían sido al 911, yo creía que se trataba de llamados de voz. Después, cuando se hace la denuncia formal, veo que eran correos electrónicos enviados al correo electrónico del 911", precisó Recondo, quien explicó que se ha pedido colaboración internacional ya que se trata de un delito informático.
Respecto a la veracidad de las amenazas, el magistrado aseguró que el análisis realizado por especialistas sobre la forma y contenido de los correos "nos hace pensar que quien los hizo no es una persona improvisada o un niño jugando".
Durante una visita al Vaticano el pasado 20 de septiembre para reunirse con el papa Francisco, Fernández denunció haber recibido amenazas del grupo yihadista Estado Islámico (EI), según informó la Presidencia argentina en un comunicado.
"Días atrás dos comisarios, uno de la Policía Federal argentina y otro de la (policía) Bonaerense realizaron una denuncia por amenazas contra mi persona", señaló la mandataria argentina en un encuentro con la prensa tras almorzar con el Sumo Pontífice.
"La denuncia realizada (ante la Justicia) por los dos comisarios fue a raíz de que habían aparecido amenazas del Estado Islámico contra mi persona, por la amistad con el Papa Francisco y por la posición de la existencia de los dos Estados: del Estado de Palestina y del Estado de Israel", continuó.
Sin embargo, Fernández quiso restar gravedad y dijo que si fuera por las amenazas "debería vivir abajo de una cama, como el Papa también".
La jefa del Estado argentina explicó que las amenazas contra su persona fueron remitidas para su evaluación al Ministerio de Seguridad argentino y a la Secretaría de Inteligencia.