El pasado lunes, sin duda, un día feliz para los jóvenes padres Mauricio Díaz Ortega, de 19 años, y Paula Figueroa González, de 18. El viernes 8 habían tenido una hermosa bebé y ahora volvían a su hogar desde la Clínica Los Leones de La Calera con su pequeña Fernanda Camila para comenzar su nueva vida. O eso, al menos, era lo que creían.
Y es que el joven papá pronto se dio cuenta que algo no andaba bien. "Llegamos a la casa y nos dimos cuenta de que la guagüita era más morena y más gordita. Le miramos entonces su brazalete y entonces notamos que tenía el nombre de Nicole Olivares", relató el muchacho.
Ataron cabos de inmediato. Paula había conocido a Nicole en la misma clínica, pues había tenido a una niñita al día siguiente, el sábado. Y mientras Fernanda Camila había pesado 2,8 kilos, la bebé de Nicole, Pilar Francisca, mostró 3,4 kilos en la balanza.
Sin duda, a su juicio, la clínica había cometido un grave error, tal como ocurrió en septiembre de 2005, en el bullado caso de las "guaguas cambiadas" del Hospital de Talca.
Mauricio y Paula partieron de inmediato a la clínica, donde según relató el padre un funcionario les reconoció que había sido culpa de ellos porque no habían visto el brazalete.
De inmediato les hicieron los pertinentes exámenes de ADN a Pilar Francisca, que continúa en la clínica, y sus padres Mario Díaz y Nicole Olivares, mientras que este miércoles, a primera hora, se les hará a los papás de Fernanda Camila.
Mauricio Díaz y Paula Figueroa, ante esto, presentaron una denuncia ante la Fiscalía, razón por la que esta tarde declararon en ese servicio. Este miércoles, además, presentarán una querella criminal contra quienes resulten responsables.
Nicole Olivares, en tanto, aún no es dada de alta de la clínica y se desconoce, de momento, su posición frente a los hechos.