La eventual falla en el uso de un medicamento es la principal arista que podría explicar la muerte de dos mujeres en el Hospital Félix Bulnes y el agravamiento de otras cuatro, tras ser sometidas a cesáreas la semana pasada.
Las parturientas presentaron cuadros de hemorragias severas dos horas después de la operación, lo que implicó que a cuatro de ellas se les extirpara el útero para frenar el sangrado.
El Servicio de Salud Metropolitano Occidente envió las muestras de todos los medicamentos usados en las cesáreas para su análisis en el Instituto de Salud Pública (ISP), algunos de los cuales van a estar listos hoy.
Según trascendió, las sospechas apuntan al uso de anticoagulantes.
Sobre este tema, el director de ese Servicio de Salud, Enrique Ayarza, indicó que los anticoagulantes no están dentro del kit de fármacos que se utilizan en las cesáreas, pero no se descarta esa hipótesis. "Esa es parte de las cosas que se estudian", afirmó el médico. Lo que llama la atención, agregó, "es que ellas (las pacientes) no coagularon después de la cesárea". Según el médico, las mujeres presentaron fuertes sangramientos, incluso al momento de aplicárseles el suero, por lo que requirieron transfusiones de sangre.
De paso, Ayarza descartó una posible infección intrahospitalaria.
Por la mañana, el senador Guido Girardi (PPD) afirmó que, "seguramente, estas mujeres estuvieron expuestas a una sustancia química, que no sabemos cómo llegó a ellas. Puede haber sido un medicamento u otro, que generó esta hemorragia masiva".
Este hecho llevó al Ministerio de Salud a decretar una alerta a todos los hospitales del país para saber si se han producido otros cuadros similares a los ocurridos en el Félix Bulnes. Sólo en este recinto se realizan cerca de 1.200 cesáreas al año.
Ayer, el titular de la cartera, Alvaro Erazo, calificó lo ocurrido como "grave". Añadió que "esta es una situación excepcional" y que "lo que aquí corresponde es hacer una investigación lo más rápido posible, una auditoría clínica, el sumario que corresponde y hablar personalmente con las familias, pues no se les puede dar explicaciones por televisión".
Una de las mujeres fallecidas fue Daniela Alarcón, de 17 años. Su madre, Teresa Villalobos, dijo: "Le pido a la señora Presidenta, que ella es madre, que se ponga la mano en el corazón y vea lo que están haciendo en este hospital, que son animales para atender".
Alarcón y la familia de Gloria Futalef (44), la segunda fallecida, interpondrán acciones legales contra el establecimiento.
La vocera de Gobierno, Carolina Tohá, dijo que "las personas afectadas tienen el derecho de plantear sus dudas y exigir un esclarecimiento de los hechos.
Nosotros confiamos que así se va a hacer".