El gobierno de Colombia indicó que investiga la posible interceptación ilegal de correos electrónicos privados del presidente Juan Manuel Santos y anunció que una comisión, con asesoría internacional, buscará blindar las comunicaciones del primer mandatario.

El ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, reveló que el propio presidente le informó en días pasados de su preocupación por la posible intervención ilegal que estaban haciendo a algunos de sus correos y calificó la situación de delicada.

"Hablamos con el señor presidente precisamente para entrar a investigar y analizar esa situación, para tratar de identificar el origen de un hecho como este y al mismo tiempo nos hemos puesto en la tarea de analizar cómo fortalecer la seguridad que limite cualquier intención contra el presidente de la República, en primera instancia", sostuvo Pinzón.

Pero se abstuvo de precisar cuántos correos electrónicos del mandatario habrían sido interceptados y si se trataba de la cuenta oficial que maneja a través de la presidencia.

La declaración se conoció tres semanas después de denuncias de interceptaciones ilegales de comunicaciones por parte de inteligencia militar a los negociadores del gobierno en un proceso de paz con la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

Sin embargo, una investigación del Ejército ordenada por el propio Santos determinó que no hubo espionaje de la inteligencia militar a los negociadores ni actividades ilícitas.

Después de la denuncia de espionaje militar, el gobierno anunció la creación de una comisión de alto nivel para fortalecer la seguridad cibernética, al admitir que el país es vulnerable y está expuesto a ataques informáticos internos y externos.

Pinzón aseguró que la comisión, integrada por los ministerios de Defensa, Justicia y de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, está recibiendo asesoría de expertos de España, Reino Unido, Corea del Sur e Israel.

Colombia, junto a países de América Latina como Brasil y México, habría sido objeto de espionaje por parte de la Agencia Nacional de Seguridad de Estados Unidos de América (NSA, por su sigla en inglés), según informes publicados el año pasado con base en documentos filtrados por Edward Snowden, el fugitivo ex contratista de inteligencia de Washington.

Aunque Colombia, uno de los principales aliados de Estados Unidos en la región, pidió una explicación, Washington guardó silencio y nunca desmintió los informes de espionaje que provocaron una enérgica protesta de Brasil.

Santos, un político de centro derecha quien ha hecho del logro de la paz su principal bandera de Gobierno y buscará su reelección en mayo, admitió recientemente que un ataque cibernético puede provocar graves daños al país.