Una misión de la Comisión Nacional de la Verdad (CNV) de Brasil viajó hoy a Santiago para investigar si después del golpe militar de 1973 diplomáticos brasileños omitieron ayuda a los nacionales detenidos en el Estadio Nacional.

El equipo, encabezado por el politólogo Paulo Sergio Pinheiro, se reunirá en la capital chilena con representantes de dos comisiones del país que recopilaron documentos que apuntan a que miembros de la embajada brasileña prefirieron revelar informaciones de los presos que atenderlos como era su obligación. 

La CNV, impulsada por el Gobierno, se propone identificar a los responsables por las respectivas violaciones, pero no tiene poder para sancionarlos debido a que la Ley de Amnistía de 1979, cuya "constitucionalidad" fue ratificada por la Corte en 2010, acoge tanto a militares como a guerrilleros acusados de crímenes como asesinato, tortura y secuestro.

De acuerdo con las investigaciones de las comisiones chilenas, la Embajada de Brasil tenía una lista de 57 ciudadanos brasileños detenidos por los militares, que se amplió después a 80 y cuyo documento tenía el título de "secreto y urgentísimo". 

Para la CNV, ese documento es el "embrión" de la red de relaciones que se tejió entre las dictaduras de la región, denominado después como "Operación Cóndor".

Al caer el Gobierno de Allende el 11 de septiembre de 1973, cerca de 5.000 brasileños vivían en Chile, la mayoría como exiliados políticos y en el documento "secreto" aparecían las fichas de once de ellos apuntados como los encargados de conseguir los recursos para financiar la llegada de más compatriotas.