Una millonaria demanda, en que se alega un presunto perjuicio que supera los $55 mil millones, presentó una empresa brasileña contra una serie de firmas del rubro de los tragamonedas de barrio. La causa, que se tramita en la justicia penal y civil, está basada en el presunto pirateo del software con que funcionan estas máquinas.
Según se detalla en la querella, la empresa Indahtec ha desarrollado dos programas de juego: Lucky Halloween y Juicy Fruits. El documento señala que "desde hace por lo menos dos años a la fecha se vienen explotando comercialmente, sin autorización de su titular, Indhatec, los programas computacionales". Agrega que "es de público conocimiento que en nuestro país ha proliferado el negocio de las máquinas tragamonedas, tanto en salas de juego especialmente habilitadas para tal efecto, como en tiendas y locales comerciales de barrio que cuenta con dos o tres máquinas para entretención de sus clientes".
La demanda civil, en tanto, revela los números que hay detrás de este negocio. Según el documento, cada una de las máquinas da una ganancia mensual, aproximada, de $200 mil. Además, cada licencia cuesta cerca de $450 mil.
El abogado representante de la firma, Carlos Urquieta, dijo que "se busca responsabilidad de socios y administradores de sociedades que explotan comercialmente estas máquinas de juego". Agregó que "esta gente habría obtenido el programa desde la empresa de mi representado, en que habría sido extraído desde un servidor. Cabe destacar que dentro de estas empresas (que usan el software en Chile) los socios son en gran parte brasileños".
Por su parte, el abogado Rodrigo González, representante de uno de los querellados, Alberto Hadad, indicó que "hay un grupo de personas que aparecen mencionadas en la querella. La postura nuestra es que los software que usamos nosotros son totalmente legítimos. No infringen ninguna normativa de la ley de propiedad intelectual".
Según González, "hay diferencias de fondo en cuanto a la elaboración del software". Respecto de los millonarios montos que reclama la empresa brasileña, el abogado indicó que "está el mito de que es buen negocio, pero no es tan así. Esos montos son totalmente fuera de toda proporción".
Hadad es uno de los directivos de la asociación gremial Fiden, que reúne a parte de los dueños de estas máquinas. Al respecto, el abogado indicó que en la defensa "no hay nada corporativo al respecto, por lo menos hasta el momento". La agrupación gremial está realizando gestiones para que se apruebe un proyecto de ley que regule las máquinas tragamonedas de barrio.
En lo investigativo, la Brigada de Propiedad Intelectual (Bridepi) de la PDI entregó, en julio, a la Fiscalía Centro Norte el primer reporte de las indagaciones. Los imputados serían llamados a declarar en los próximos meses.