La muerte del "rey del blues" B.B. King será investigada como homicidio, según informó este lunes el cuerpo médico forense en Nevada, oeste de Estados Unidos.

El legendario músico falleció el 14 de mayo a los 89 años en Las Vegas (Nevada), donde residía después de muchos años de intensas giras que habían cesado hace apenas unos meses.

Dos de las hijas de King manifestaron su preocupación acerca de que la muerte de su padre podría estar vinculada a un "juego sucio". Karen Williams y Patty King, afirmaron que se impedía a miembros de la familia visitar al artista, y que la administradora de los negocios de King, LaVerne Toney, y su asistente personal Myron Johnson, aceleraron la muerte de su padre.

"Creo que mi padre fue envenenado y que le suministraron sustancias extrañas", dijeron ambas hijas con las mismas palabras en declaraciones juradas por su abogada, Larissa Drohobyczer.

El cuerpo forense publicó en Twitter que realizará una autopsia, cuyo resultado estará en un mínimo de entre seis y ocho semanas. Los medios locales anunciaron que el funeral en Memphis, fue aplazado a la espera de los resultados.

Dueño de la famosa guitarra "Lucille", King estaba internado desde fines de abril, y según se había informado, murió debido a una deshidratación derivada de una diabetes diagnosticada hace 30 años. Además, el músico sufría de hipertensión.

La noticia de su muerte provocó un estallido de homenajes de músicos de todas las generaciones.

Nacido el 16 de setiembre de 1925 en Itta Bena, cerca de Indianola, King tuvo que lidiar con una infancia similar a la de miles de niños negros: desempeñándose como trabajador agrícola en grandes plantaciones de algodón en  el sur segregacionista.