Jorge Troncoso iba a ser suplente. Algo que, en esta Universidad de Concepción dirigida por Francisco Bozán, es normal. Pero un problema muscular de Renato Tarifeño le dio una oportunidad que el mediapunta formado en Colo Colo estaba decidido a aprovechar. Y, a los dos minutos, lo dio a conocer con un latigazo imposible para un Bryan Cortés que recién se estaba acomodando en el Ester Roa. Un anuncio, quizás, de que el duelo no iba a ser normal.
La U. de Conce empezó bien gracias a una buena jugada colectiva, pero el choque fue fuera de lo común en el sentido que el local jugó como visitante. Deportes Iquique, una escuadra que la palabra equilibrio la define casi en su totalidad, se encontró con el balón regalado. Con mucho espacio para crear en una cancha mucho más amplia que la de Cavancha, y con libertades de esas que se disfrutan. Lopes y Dávila subían, Ramos confundía a todos y el ataque contaba con las opciones para decidir hasta el área de Muñoz, donde se concentraba el contingente de El Campanil. Pero en una jugada genial de Ramos, Bustamente dejó solo a Cubillos. 1-1, y todo de nuevo. Antes, el Misa había fallado un gol increíble salvado por la cabeza de Mencia, el mejor de los penquistas.
También fue atípico que Jaime Vera, en el descanso, sacara a Cubillos, quien con intermitencias supo cómo generar peligro y era el autor del único gol iquiqueño. Y lo echaron de menos. Se volvió un encuentro chato, poco profundo y de mucho respeto. Ramos, el que desordenaba a todos, se encasilló en la derecha para darle terreno al tanque Bielkiewicz pensando en los duelos aéreos, pero los nortinos perdieron sorpresa. Ese movimiento sin control que descolocaba a una defensa que, ya de por sí, tiene una rara tendencia de marca de muy lejos. Por el otro costado, la dupla Dávila-Torres fue perdiendo la claridad que mostró en pasajes del primer tiempo. Y, en un día en el que Bustamente cumplió pero no brilló, el arco se cerró. Y también las intenciones de llegar al área del Tigre.
El pleito terminó caliente, enredado. Chato para lo que se anunciaba en los primeros 20 minutos llenos de acción. La U. de Conce, con la salida de Troncoso, dejó de lado casi por totalidad sus intenciones de acercarse al buen Cortés. Iquique, pese a ser protagonista del encuentro, erró con el movimiento de sus piezas, que tampoco contaron con la inspiración de jornadas anteriores. El encontrón entre Camargo y Bustamante, a los empujones, retrataba un final en foja cero. El mismo volante uruguayo se enfrascó en una disputa con Caroca. Gratuita. Un reflejo de que un duelo que pudo ser bien jugado terminó en un aburrimiento por decisión de los mismos actores.
Quizás El Campanil, con aspiraciones más pequeñas que los celestes como la de salvar la categoría, disfrutan un poco más el punto frente a un elenco que le da pie a Colo Colo para terminar la fecha como único líder del Clausura. El Pillo Vera equivocó en esta pasada. Quizás, si Iquique mantenía su postura dominante del inicio, se iba de Concepción con tres puntos muy valiosos. De todas formas, se agradece ver a un equipo que entiende qué es lo que quiere y que se nota bien afiatado.