Los torneos internacionales no quieren nada con el fútbol chileno. No hay caso. Deportes Iquique tenía la difícil misión de dar vuelta un 4-2 ante Independiente de Avellaneda, un equipo de rico pasado continental que trata de reconstruirse para volver a ser lo que fue. En Calama, se acabó el sueño sudamericano de los nacionales, al caer con los argentinos por 1-2.
Los Dragones Celestes llegaron a la revancha con más dudas que certezas. De sus últimos ocho partidos, en todas las competencias (torneo nacional, Copa Libertadores, Copa Sudamericana y Copa Chile), sólo ganaron uno: a San Marcos de Arica, el pasado 23 de julio. Buscando novedad, Jaime Vera metió mano al equipo, con la inclusión de Enzo Guerrero en el mediocampo y Manuel Villalobos desde el arranque, para no dejar tan solo a Diego Bielkiewicz. La propuesta del Pillo resultó en los primeros 28 minutos del partido.
El local hizo una muy buena presentación en el inicio, adueñándose del balón, agrupando mucha gente en el medio y arriesgando. En los 8', Villalobos coronó una buena jugada colectiva, que incluyó la participación de Torres y Bielkiewicz, para batir al uruguayo Martín Campaña. La ilusión aumentaba en el norte de Chile. Iquique estaba a un tanto de la clasificación.
Los Rojos, que bajo el mando de Ariel Holan exhiben destacados números (sólo perdieron un duelo antes de éste: 3-0 ante Boca Juniors, en La Bombonera, el 4 de junio), no se hallaban en la cancha del Zorros del Desierto. Pero todo cambió producto de un balón detenido. En los 28', un tiro de esquina de Ezequiel Barco es cabeceado por Maximiliano Meza, quien atropella para intervenir en la jugada y empatar, de paso encausando la clasificación a los octavos de final.
El gol le pegó a Iquique. El control del partido, que le pertenecía a los celestes, se desvaneció. En el mejor momento, su valla fue vulnerada. A volver a remar.
El complemento requería de un Iquique intenso, con precisión a la hora de atacar. Se animaron, aunque nada muy claro. Buscaron mediante el remate de fuera del área, pero nada complejo para Campaña. Al otro lado, Barco falló una ocasión clara para sentenciar la llave, solo frente al arco de Cortés (59'). Elevó. Esa no fue la última. En los 66', el golero iquiqueño le tapó un fuerte remate a Leandro Fernández. Sin ser una tromba, Independiente fue más profundo en pos de llegar a campo contrario, rayando en la farra. A ocho minutos del final, Lucas Albertengo hizo el segundo tanto transandino.
El empeño que le puso el cuadro nacional no bastó para arañar el pase a la siguiente ronda. Así, el único representante chileno que queda es Palestino, que el próximo miércoles 9 visita a Flamengo, con un 5-2 en contra. Tarea titánica. Mientras tanto, Independiente chocará ante Atlético Tucumán en octavos.