Los extremistas del Estado Islámico de Irak y del Levante (EIIL) propinaron hoy un nuevo golpe a las fuerzas de seguridad iraquíes con la toma de control durante unas horas de la universidad de Ramadi, mientras que los combates prosiguieron en la ciudad de Mosul.

Después de tres días de fuerte ofensiva yihadista, los combatientes del EIIL asaltaron a primera hora de la mañana la universidad y mantuvieron como rehenes a cientos de estudiantes y profesores.

Los yihadistas irrumpieron en el establecimiento tras detonar dos artefactos explosivos y enfrentarse con los guardas del edificio, según informaron a Efe fuentes de seguridad. 

También volaron el puente que une el centro educativo con Ramadi, capital de la provincia de Al Anbar, a 110 kilómetros al oeste de Bagdad, y colocaron francotiradores en algunos edificios.

Por ahora, se sabe que los estudiantes que fueron tomados como reenes al inicio del enfrentamiento fueron liberados.

"Todos los estudiantes tomados como rehenes fueron liberados en la universidad Al Anbar", en la ciudad de Ramadi, al oeste de Bagdad, indicó el  portavoz del ministerio del Interior, Saad Maan. 

Un periodista de la AFP vio cuando eran evacuadas del campus de mujeres  varias estudiantes en llanto, después de que las fuerzas de seguridad mataran a  los combatientes que las tenían secuestradas, indicó una fuente de seguridad.

A la zona se desplazaron fuerzas mixtas del Ejército y la Policía, que cercaron la universidad apoyadas por helicópteros, y lograron evacuar a los rehenes a través de un agujero en un muro trasero.

Tras unas horas en el interior, y ante la presión militar, los radicales se retiraron de la universidad y se dispersaron por los barrios próximos, algunos huyendo por el desierto.

En las calles se registraron violentos enfrentamientos que han causado un número indeterminado de bajas en ambos bandos. 

Además, los extremistas perpetraron un ataque suicida con un todoterreno militar contra un cuartel en el oeste de Ramadi, donde murieron dos soldados y cinco resultaron heridos.

Una gran parte de los estudiantes viven en dependencias de la universidad por las dificultades para acudir a clase desde la ciudad debido al conflicto que asuela Ramadi desde enero pasado.

Ese mes, el EIIL apoyados por milicianos suníes se hizo con el control de algunos barrios de Ramadi, así como de la ciudad de Faluya, lo que desencadenó una ofensiva militar en estas urbes de Al Anbar y disparó el conflicto confesional con el Gobierno iraquí, que encabeza el chií Nuri al Maliki.

La ola de violencia ha causado cientos de muertos y el desplazamiento de casi medio millón de civiles, según denunció ayer el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).

Hasta el pasado miércoles el EIIL estaba centrado en su feudo de Al Anbar y protagonizaba ataques esporádicos contra las fuerzas de seguridad en otras provincias.

Sin embargo, el pasado jueves los yihadistas dieron un salto cualitativo en sus operaciones con su ataque a la ciudad de Samarra, en la provincia de Salahedín, donde controlaron por unas horas seis barrios.

Al día siguiente asaltaron Mosul, capital de la provincia de Nínive, donde el ejército continuó hoy sus operaciones para expulsar de la periferia de la urbe a los terroristas, que atacaron una comisaría.

En los enfrentamientos de ayer y de esta madrugada perecieron al menos treinta combatientes del EIIL, mientras que del bando gubernamental fallecieron unos diez soldados y cuatro policías.

Las fuerzas de seguridad encontraron hoy además los cuerpos de 21 policías que fueron asesinados a tiros por los yihadistas en el barrio 17 de Julio. 

La jefatura de Operaciones de Seguridad de la provincia de Nínive instó a la población a permanecer en sus hogares para no resultar heridos en el marco de la campaña militar, supervisada sobre el terreno por el comandante del Ejército de Tierra, Ali Gaidan, y altos mandos del Estado Mayor.

Muchas familias han huido sin embargo de los barrios conflictivos del oeste de la ciudad ante la violencia y el corte del agua y la electricidad.

En un suceso separado, cuatro soldados murieron y cinco resultaron heridos hoy al explotar dos bombas al paso de una patrulla en el noreste de Biyi, en Salahedín.

El origen del EIIL es el llamado Estado Islámico de Irak, una alianza de organizaciones radicales nacida bajo el paraguas de Al Qaeda en territorio iraquí en octubre de 2006 durante la ocupación estadounidense.

En abril de 2013, el Estado Islámico de Irak añadió a su nombre "y del Levante" y anunció que comenzaba a operar también en Siria, lo que le ha enfrentado con la cúpula de Al Qaeda, que pide que se limite a Irak.

La ofensiva del EIIL de estos días se interpreta como un intento de ampliar los frentes de batalla para que el ejército disminuya los ataques contra su bastión de Faluya, que es bombardeada a diario.

Los extremistas tienen su feudo en Al Anbar, fronteriza con Siria, por lo que en el país vecino se afanan por controlar la provincia limítrofe de Deir al Zur, con el fin de facilitar el tránsito de combatientes y recursos.