Irán no discutirá temas vinculados con sus "derechos" nucleares en una reunión con seis potencias prevista para el jueves en Ginebra, dijo hoy el jefe de la agencia de energía nuclear iraní.

Ali Akbar Salehi, titular de la Organización de Energía Atómica de Irán, dejó claro que esto incluía una planta de enriquecimiento de uranio dada a conocer recientemente, que desató la condena occidental.

"No vamos a discutir nada relacionado con nuestros derechos nucleares, pero podemos discutir sobre desarme, podemos discutir sobre no proliferación y otros temas generales", dijo Salehi a periodistas.

"El nuevo sitio es parte de nuestros derechos y no hay necesidad de discutir (el tema)", sostuvo, agregando que Teherán no abandonará sus actividades nucleares "ni por un segundo".

En tanto, un legislador iraní dijo hoy que el Parlamento podría abogar por la retirada de Irán del Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP), si las conversaciones con las potencias fallan y Estados Unidos continúa presionando a Teherán.

"Si los sionistas y Estados Unidos continúan su presión sobre Irán y si las conversaciones (con las seis potencias) no llegan a una conclusión, entonces el Parlamento tomará una posición clara y transparente, como la retirada de Irán del TNP", dijo la agencia de noticias IRNA, citando a Mohammad Karamirad.

Karamirad, un conservador, es miembro de la comisión de política exterior y seguridad nacional del Parlamento.

INSPECCIONES DE OIEA
Salehi dijo también que el país informará en corto plazo al Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA)

En declaraciones divulgadas por la televisión estatal por satélite, Salehi insistió en la teoría iraní de que la nueva instalación se edifica conforme a las leyes internacionales.

"Sí, los inspectores vendrán. Estamos trabajando en el calendario y en breve enviaremos una carta al OIEA con detalles como la localización de la planta...En todo momento hemos estado en contacto y coordinados con el OIEA", afirmó Salehi a la cadena PressTV.

La planta salió al debate público el pasado viernes, después de que el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, denunciara que Irán había engañado al mundo al construir "de forma clandestina" una nueva instalación de enriquecimiento de uranio.

Secundado por Francia, el Reino Unido y Alemania, además de Rusia e incluso China, exigió que Irán permitiera la inspección de la planta, que al parecer se encuentra oculta bajo una colina cercana a la ciudad santa chií de Qom y podría albergar una tres mil modernas centrifugadoras.

Irán insiste en que el proyecto no es secreto, ya que informó por carta a la OIEA solo cuatro días antes de que Obama realizara su denuncia.

Además, argumenta que ha respetado el protocolo del Tratado de No Proliferación ya que en su opinión no tendría obligación de informar sobre la misma hasta seis meses antes de que se comience a alimentar.