Irán quiere acelerar el aumento de la población a costa de los derechos de las mujeres, con el objetivo declarado de que la "función principal de la mujer sea la de esposa y madre", alertó Amnistía Internacional (AI).

En un informe titulado "Procrearás", AI califica de "desacertado" el actual plan de crecimiento demográfico iraní y explica que hay dos reformas legislativas en estudio que "suponen una amenaza para los derechos humanos y las libertades fundamentales de las mujeres y las niñas" en Irán.

Se trata del proyecto de ley para incrementar los Índices de Fertilidad y Prevenir el Descenso de Población (446), que "amenaza el derecho de las mujeres a la salud sexual y reproductiva", y el de Ley General de Población y Exaltación de la Familia (315), que de aprobarse "afianzará" la ya grave discriminación de las féminas.

En ambas reformas "se limita el acceso a métodos anticonceptivos modernos y se prohíbe la educación de salud reproductiva y sexual", al tiempo que "las mujeres y niñas con escasos recursos no tendrán más opción que someterse a abortos clandestinos poco seguros para interrumpir los embarazos no deseados".

Además, el sistema jurídico "negará la igualdad en materia de empleo, divorcio y en las relaciones familiares, mientras permitirá la impunidad de la violencia doméstica, alentará a las mujeres a reconciliarse con sus abusadores y las instará a limitar sus aspiraciones basadas en estereotipos de género".

"Irán no sólo incumplirá su obligación, contraída en virtud del derecho internacional, de garantizar el acceso a la planificación familiar y a métodos anticonceptivos modernos, sino que generaciones de mujeres y niñas afrontarán un peligroso futuro caracterizado por la mala salud, la desigualdad, la discriminación, la escasez de elección reproductiva y la restricción de libertades", dice AI.

Por todo ello, la ONG insta a las autoridades a cumplir una serie de recomendaciones en materia de salud sexual y reproductiva, empleo, igualdad de derechos respecto al matrimonio y el divorcio, eliminación de la violencia contra la mujer, no discriminación y mecanismos internacionales de derechos humanos.

Además de la retirada total del proyecto de ley 446, AI pide a Irán "programas generales de planificación familiar", que abarate los anticonceptivos de calidad, que garantice la "competencia de los trabajadores de la salud" y que derogue las leyes que penalizan el aborto, "como mínimo cuando el embarazo supone un riesgo para la vida o la salud de la embarazada y en casos de violación o incesto".

Respecto al proyecto de ley 315, AI insta a derogar las disposiciones discriminatorias en el empleo por razón de género, estado civil o maternidad, como "el poder de los hombres para prohibir que sus esposas tengan un trabajo".

También pide que se anulen las que obstaculizan la obtención del divorcio y afectan de manera discriminatoria a las mujeres, como "la obligación legal de que las mujeres guarden obediencia a sus esposos", prohibir la práctica de la poligamia y evitar el matrimonio a edad temprana y el matrimonio forzado, lo que "incluye elevar la edad de matrimonio para las niñas e igualarla a la de los niños".

Asimismo pide que se "prohíba la lapidación como castigo judicial" y se deroguen "las disposiciones que incentivan a los jueces a favorecer la reconciliación".

La ONG destaca la importancia de "adoptar legislación exhaustiva y ejercer la diligencia debida para prevenir, investigar y castigar la violencia de género, incluida la violencia en el ámbito familiar y en ésta la violación conyugal" y no presionar a las víctimas "para que retiren su denuncia o se 'reconcilien' con sus maltratadores".

Tras pedir que se apliquen todas las convenciones internacionales adoptadas por Irán en materia de derechos humanos, AI insiste en que retiren las leyes "que perpetúan nociones estereotipadas de la masculinidad y la feminidad, incluida la noción del papel primordial de las mujeres como esposas y madres".