Irán ejecutó hoy a dos personas condenadas por participar en las protestas que estallaron en junio pasado, tras la polémica reelección del presidente iraní, Mahmoud Ahmadinejad.
Según la agencia de noticias local, Isna, Mohamad Reza Ali Zamani y Arash Rahmanipour fueron ahorcados al amanecer en el patíbulo de una prisión de Teherán.
Ambos habían sido arrestados durante las protestas por la reelección de Ahmadinejad, que la oposición considera fruto de un "fraude masivo" y que ha sumido a Irán en la peor crisis política desde la fundación de la República Islámica, en 1979.
Los dos ejecutados fueron juzgados y acusados de "Mohareb" - ser enemigos de Dios-, un delito de la jurisprudencia islámica que Irán castiga con la pena capital.
Al parecer, Zamani y Rahmanipour estaban acusados de pertenecer a los grupos de oposición en el exilio, Muyahidin Jalq y Asociación Monárquica, los que Teherán considera terroristas.
Estas son las primeras ejecuciones que se conocen en relación a las protestas postelectorales impulsadas por la oposición reformista, que no han cesado en los últimos siete meses, pese a las advertencias y la represión del régimen.
Los rumores que corren por internet y las calles del país apuntan a que las movilizaciones se repetirán el próximo 11 de febrero, fecha en la que se conmemora el 31 aniversario del triunfo de la Revolución que derrocó la monarquía del último Shá de Irán, Mohamad Reza Pahlevi.
De acuerdo con informes oficiales previos, conocidos en octubre pasado, cinco activistas han sido sentenciados a muerte y más de 80 a condenas en prisión, de entre seis meses a 15 años, por los disturbios tras la reelección de Ahmadinejad.