Miles de partidarios de la oposición se enfrentaron este lunes con las fuerzas de seguridad en el centro de la capital iraní, Teherán, durante la manifestación en solidaridad a los levantamientos en Egipto y Túnez.

Informes indican que una persona murió y decenas fueron detenidos por la policía, quien utilizó gases lacrimógenos para dispersarlos.

Informes de la BBC aseguran que protestas similares se celebraron en Isfahan, Mashhad y Shiraz.

Más temprano, la policía había puesto al líder de la oposición, Mir Hossein Mousavi, bajo arresto domiciliario, de acuerdo con su sitio de internet.

Se dijo que la medida tenía por objeto evitar que el ex primer ministro Mousavi asistiera a la marcha en Teherán, que había sido prohibida por las autoridades.
Protestas en Irán

La carretera que conduce a la casa de Mousavi también fue bloqueada por camionetas de la policía.

Otro líder de la oposición, el ex presidente del parlamento y un clérigo Mehdi Karroubi, al parecer también se encuentra bajo arresto domiciliario de facto.

Ambos hombres disputaron la reelección del presidente Mahmoud Ahmadinejad en junio de 2009, cuyos resultados a favor del mandatario provocaron las mayores protestas multitudinarias en Irán desde la Revolución Islámica en 1979.

La oposición dice que más de 80 de sus partidarios fueron asesinados durante los siguientes seis meses, una cifra que el gobierno desmiente. Varios han sido condenados a muerte y decenas están encarcelados.

Gases lacrimógenos y pintura
Se trata de la primera aparición importante de la disidencia desde que ocho personas murieran en Ashura en diciembre de 2009. Miles de partidarios de la oposición desafiaron la prohibición gubernamental y se reunieron en la Plaza Azadi de Teherán este lunes, cantando "Muerte a los dictadores".

La policía antidisturbios y policías vestidos de civil respaldados por la élite de la Guardia Republicana utilizaron gases lacrimógenos para dispersar a los manifestantes, añade.

La policía también disparó pistolas marcadoras (paintball) a los manifestantes y golpearon a algunos con bastones.

Los enfrentamientos más fuertes se registraron en la calle Azerbaiyán, cerca de la plaza Azadi, en donde las ambulancias iban y venían.

Testigos dijeron a medios internacionales que al menos tres protestantes resultaron heridos de bala mientras que decenas fueron golpeados por las fuerzas de seguridad.

En la página web de Mousavi, Kaleme.com, aseguran que - según informes no confirmados - "cientos de manifestantes" habían sido detenidos. De esto, no ha habido confirmación oficial, pero testigos dijeron al servicio de noticias persa de la BBC que decenas habían sido llevados en camionetas de la policía de la zona.

Las fuerzas del orden también rodearon más tarde la Universidad de Teherán y la Universidad de Sharif, y las casas del ex presidente Mohammad Khatami y Abdollah Nuri, un ex ministro del Interior y jefe del Ayuntamiento de Teherán.

Por la noche, la policía antidisturbios seguía desplegada en el centro de Teherán, pero dispersó a los manifestantes. El suministro local de electricidad se redujo también.

Más temprano, un activista que llevaba una diadema verde —el color del principal movimiento de oposición— fue detenido cuando subió a una grúa de altura en la capital y comenzó a invitar a la gente a asistir a la manifestación.

Clinton lo llama "hipocresía"
Si bien el gobierno de Irán apoya oficialmente las protestas de Egipto, asegura que las manifestaciones en Irán son una "jugada política" de parte de los líderes de la oposición.

Antes de la manifestación, las autoridades intensificaron la seguridad en la capital, bloquearon el acceso a los sitios de internet y comenzaron a interferir los canales de noticias por satélite. Helicópteros de la policía también sobrevolaban la zona.

Los analistas dicen que Teherán está tratando de evitar que los grupos opositores usen las manifestaciones en Egipto como un medio para volver a encender las protestas contra el gobierno de 2009.

Tanto el gobierno iraní como la oposición reclaman el crédito por los recientes levantamientos populares en Túnez y Egipto.

El gobierno dice que las protestas masivas fueron inspiradas por la revolución iraní de 1979, mientras que la oposición dice que sus protestas de 2009 alentaron los disturbios. La oposición también dice que las manifestaciones pacíficas no necesitan permiso.

La secretaria de Estado de EE.UU, Hillary Clinton, elogió lo que denominó la valentía y las aspiraciones de los manifestantes y habló de "hipocresía" del gobierno iraní.
   
"Estamos en contra de la violencia y nos damos cuenta de que el gobierno iraní una vez más está utilizando sus fuerzas de seguridad y recurriendo a la violencia para impedir la libre expresión de las ideas de su propio pueblo", dijo a reporteros en Washington.

"En segundo lugar, apoyamos los derechos humanos universales del pueblo iraní. Ellos merecen tener los mismos derechos que ellos vieron en Egipto y que forman parte de su propio patrimonio".

"Y en tercer lugar, creemos que es necesario que haya un compromiso de abrir el sistema político de Irán, para escuchar las voces de la oposición y de la sociedad civil", añadió.

El presidente turco, Abdullah Gul, quien realiza una visita a Irán, advirtió que "cuando los líderes y jefes de los países no prestan atención a las demandas de sus naciones, la gente toma acciones".

El corresponsal de BBC en Teherán, James Reynolds, dice que las manifestaciones confirman que el opositor Movimiento Verde todavía está vivo, pero no está claro si representa una grave amenaza para la estabilidad del gobierno iraní.