Estados Unidos e Irán han llegado a un acuerdo para mantener por primera vez un diálogo bilateral sobre el programa nuclear de Teherán, según publica hoy en su web The New York Times, que cita a funcionarios del Gobierno de Barack Obama.
El acuerdo establece que, a petición de las autoridades iraníes, las conversaciones se celebren después de las elecciones presidenciales del próximo 6 de noviembre en EE.UU., en las que Obama aspira a la reelección frente al republicano Mitt Romney.
Según The New York Times, el acuerdo para las negociaciones uno a uno sobre el programa nuclear iraní, que para Occidente tiene fines militares, ha sido fruto de meses de intensas y secretas conversaciones entre funcionarios de ambos países.
Irán quiere esperar a que se celebran las elecciones en EE.UU. para saber "con quién estarían negociando", de acuerdo con el diario.
Romney, el aspirante presidencial republicano, ha criticado a Obama porque, a su juicio, no está siendo lo suficientemente firme para impedir que Irán desarrolle un arma nuclear.
Obama, por su parte, se ha mostrado hasta ahora partidario de la vía diplomática frente a una solución militar, pero también ha alertado a Irán de que el tiempo para negociar "no es ilimitado".
El anuncio del acuerdo para el diálogo bilateral entre EE.UU. e Irán llega dos días antes de que Obama y Romney participen en su tercer y último debate televisado, dedicado exclusivamente a política exterior, y a poco más de dos semanas de las elecciones.
Si la iniciativa prospera y las dos partes llegan a sentarse a negociar, a EE.UU. le preocupa que Irán intente prolongar las negociaciones para evitar una acción militar en su contra, reclamada principalmente por Israel, según los funcionarios del Gobierno de Obama citados por The New York Times.
El Gobierno, de acuerdo con esos funcionarios, ya ha comenzado a evaluar en la Casa Blanca, el Departamento de Estado y el Pentágono la posición con la que debería acudir EE.UU. a esas negociaciones uno a uno con Irán.
Una de las opciones en estudio es la denominada "más por más", que significaría para Irán aumentar la restricción a sus actividades de enriquecimiento de uranio a cambio de que se flexibilicen las sanciones en su contra.
El embajador de Israel en EE.UU., Michael B. Oren, explicó al diario que su país no fue informado del acuerdo por el Gobierno de Obama.
"No creemos que Irán deba ser recompensado con conversaciones directas", sostuvo Oren, para quien hay que aumentar las sanciones y otras "posibles presiones" sobre ese país.