Irán y seis potencias mundiales alcanzaron el domingo un importante acuerdo para limitar las ambiciones atómicas de Teherán a cambio de una reducción de sanciones, en un primer paso para resolver un peligroso estancamiento que lleva una década.

El acuerdo entre el estado islámico y Estados Unidos, Francia, Alemania, Reino Unido, China y Rusia fue cerrado después de más de cuatro días de negociaciones.

"Hemos llegado a un acuerdo", escribió el ministro de Relaciones Exteriores de Irán, Mohammad Javad Zarif, en su cuenta de Twitter. El canciller francés, Laurent Fabius, también confirmó la noticia.

Irán tendrá acceso a 4.200 millones de dólares en divisas como parte del acuerdo, dijo un diplomático occidental. No se conocieron otros detalles del acuerdo de inmediato.

El secretario de Estado norteamericano, John Kerry, y los ministros de Relaciones Exteriores de otras cinco potencias mundiales se sumaron el sábado a las negociaciones sobre el controvertido programa nuclear de Irán.

Las conversaciones apuntaban a hallar un paquete de pasos para crear confianza y reducir décadas de tensiones, alejando el fantasma de una guerra en Medio Oriente en torno a las aspiraciones nucleares de Irán.

El objetivo de las potencias occidentales ha sido limitar el programa de energía nuclear de Irán, que tiene una historia de evadir inspecciones e investigaciones de Naciones Unidas, para eliminar cualquier riesgo de que Teherán refine uranio de manera encubierta a un nivel como para fabricar bombas nucleares en lugar de electricidad.

Las autoridades iraníes niegan que su agenda incluya "armamentizar" el enriquecimiento de uranio.

El borrador del acuerdo que ha estado bajo discusión en Ginebra propone que Irán suspenda el enriquecimiento de uranio de alto grado a cambio de la liberación de miles de millones de dólares de fondos iraníes congelados en cuentas de bancos extranjeros, la reanudación del comercio de metales preciosos, petroquímicos y partes de aeronaves.

El uranio refinado puede ser utilizado como combustible para plantas nucleares -la meta declarada de Irán- pero también sirve como núcleo divisible de una bomba atómica si se refina mucho más.

La diplomacia se incrementó después de la rotunda victoria de Hassan Rouhani, un político relativamente moderado, como presidente en junio, reemplazando al belicoso nacionalista Mahmoud Ahmadinejad.

Rouhani busca restaurar los lazos con las grandes potencias y lograr que levante las sanciones. Obtuvo un apoyo público crucial del líder supremo Ayatollah Ali Khamenei, lo que mantuvo a poderosos críticos a raya.

El país miembro de OPEP rechaza las sospechas de que esté tratando de desarrollar de forma encubierta maneras de producir armas nucleares, asegurando que está acumulando material nuclear para plantas futuras de energía atómica.

Israel dice que el acuerdo que se está negociando daría a Irán más tiempo para dominar la tecnología nuclear y acumular potencial combustible para una bomba.