Miles de personas participaron hoy en Teherán, al término de los tradicionales rezos de los viernes, en el funeral de Estado del científico nuclear Mostafa Ahmadi-Roshan, asesinado el miércoles con una bomba atribuida por Irán a la CIA y el Mossad, los servicios de inteligencia de Estados Unidos e Israel.
Los restos del científico fueron sepultados en un cementerio al norte de la capital.
Los manifestantes gritaron "Muerte a los Estados Unidos, a Israel, a Gran Bretaña" y portaron carteles con la fotografía del presidente estadounidense, Barack Obama, con la leyenda "terrorista".
La muerte del científico ocurre en una semana marcada por las tensiones entre Teherán y Occidente por el porgrama nuclear y las sanciones económicas al gobierno de Ahmadinejad y atras naciones que realizaron negocios con el régimen: China, Singapur y los Emiratos Arabes Unidos.
De hecho hoy se conoció que Estados Unidos advirtió a través de "canales de comunicación secretos" a la máxima autoridad iraní, el ayatolá Ali Jamenei, contra el bloqueo del transporte de petróleo por el estrecho de Ormuz, según informó The New York Times en base a fuentes gubernamentales.
Según el rotativo, el gobierno estadounidense habría advertido a Jamenei de que el bloqueo del estrecho de Ormuz supondría traspasar la "línea roja", lo que provocaría una reacción por parte de Washington.
Por su parte, los miembros de la Unión Europea (UE) discuten actualemente sobre un posible embargo al petroleo iraní. Los ministros de Exteriores podrían adoptar una decisión al respecto el próximo 23 de enero.
Según fuentes comunitarias, existe un consenso amplio para que las sanciones al petroleo iraní no entren en vigor hasta dentro de seis meses. Italia y Grecia son los principales países interesados en que se adopte ese plazo pues un 14% de sus importaciones de crudo proceden del país persa.
Teherán asegura que sólo pretende enriquecer uranio para uso científico pero Occidente teme que lo use también para contruir armamento atómico.
Durante su visita a Turquía, el presidente del Parlamento iraní, Ali Lariyani, mostró la disposición de su país a retomar las conversaciones sobre la cuestión nuclear en Estambul. "Nuestros amigos turcos quieren acoger las conversaciones nucleares en Estambul y nosotros lo saludamos", cito la agencia Isna a Lariyani.
Ya el año pasado se celebraron conversaciones nucleares en Estambul, pero quedaron en suspenso ante la negativa de Teherán de poner fin al enriquecimiento de uranio, una postura que sigue manteniendo en la actualidad.
Rusia, por su parte, se niega a que el Consejo de Seguridad de la ONU imponga sanciones al país por su programa nuclear, según dejo claro hoy su viceministro de Exteriores, Gennadi Gatilov. "La cuestión no merece ser discutida en el Consejo de Seguridad (de la ONU)", dijo Gatilov.