No es la primera dupla política que a la vez es pareja sentimental, ni tampoco probablemente será la última. En la historia está Juan Domingo Perón y Eva Duarte; François Hollande y Segolene Royal; Néstor y Cristina Kirchner, y Bill y Hillary Clinton. Un grupo al que se podría sumar ahora Pablo Iglesias, el líder del partido español antisistema Podemos quien puso en primera línea política a su pareja, Irene Montero, tras ganar la lucha interna a comienzos de este año, ante el entonces "número dos" Iñigo Errejón.
Iglesias le asignó a Montero el segundo puesto en importancia del partido, es decir, la vocería en el Parlamento, cargo que precisamente ocupaba Errejón. Y aunque son pareja, de eso no se habla en Podemos, a diferencia de las otras duplas que potenciaron su relación sentimental en la arena política. El silencio está decretado sobre ese tema. Ella misma cuando se le preguntó por su relación sostuvo que "no seré ni la primera ni la última mujer cuyo ascenso se cuestiona por ser novia o 'mujer de', mientras que a los hombres no se les cuestiona, se asume que es por méritos propios".
Y si Iglesias habla de su novia, es siempre en términos políticos. "Desde las primeras reuniones me di cuenta de que es una persona muy organizada, que ya llevaba temas de sociedad civil y movimientos sociales (...). En cuanto tuve oportunidad le pedí que se incorporase a mi equipo", aseguró el dirigente.
En todo caso, Montero es activista mucho antes de ser la pareja sentimental de Iglesias, y algunos la han comparado más bien con la actual vicepresidenta del gobierno de Mariano Rajoy, Soraya Sáenz de Santamaría. Eso porque durante la campaña electoral previa a las elecciones legislativas de diciembre de 2015 (cuando Podemos se convirtió en la tercera fuerza política del país) Pablo Iglesias afirmó que, de llegar a encabezar un gobierno, Irene Montero sería su eventual futura vicepresidenta de gobierno y ministra de la Presidencia.
En la formación política de Montero habría sido determinante su experiencia escolar. Irene María Montero Gil nació en Madrid en febrero de 1988. Es la hija única de un empleado de una empresa de mudanzas (que tuvo que dejar sus estudios de medicina para ponerse a trabajar) y una profesora. La joven fue al colegio Siglo XXI, creado en los años 60 por familias de clase obrera, crítico de la dictadura franquista, donde aplicó una educación anticapitalista, abierta, popular y contraria a lo tradicional.
Estudió Sicología en la Universidad Autónoma de Madrid y entre 2009 y 2011 pasó dos períodos de cinco meses en Chile "para seguir formándose", sostuvo el diario español El País. De estas latitudes le quedaron sus gustos musicales por Víctor Jara y Chico Trujillo, que agregó a los ya anteriormente adquiridos como Silvio Rodríguez y Joaquín Sabina, y "aprendió a hacer sus hoy famosas lentejas", según el diario El Mundo.
Formó parte de las juventudes comunistas, participó en la Plataforma Afectados por la Hipoteca y activista de La Tuerka, antes de ser invitada a sumarse a Podemos, en 2014. En noviembre de ese año fue elegida para formar parte del Consejo Ciudadano de Podemos, tras lo cual fue nombrada responsable de Movimiento Sociales, y junto a eso comenzó a dirigir el gabinete de Iglesias. Un dato no menor es que en pos del trabajo partidario renunció a sus trabajos de doctorado y a una beca y residencia que había logrado en Harvard.
Ya en diciembre de 2015, cuando según algunas versiones ya era pareja de Iglesias, Montero fue elegida diputada al ocupar el puesto número cuatro en la lista de Podemos por la circunscripción de Madrid. Pero su ascenso mayor se produjo con la batalla interna que generó el desplazamiento de Errejón. Sus adversarios la definen como una mujer dura bajo una apariencia amable y sus cercanos como una joven amable bajo un manto de dureza. Y que más allá de su relación estrecha con Iglesias, aseguran que ha devuelto a Podemos el espíritu idealista y combativo de los orígenes, antes de que se convirtiera en una fuerza organizada y con grupo parlamentario.