Dieciocho personas resultaron heridas anoche en Belfast en unos incidentes violentos ocurridos después de que el ayuntamiento de la capital norirlandesa votara a favor de retirar, por primera vez desde 1906, la bandera británica del consistorio, o Concejo Municipal.

Entre los heridos hay dos guardias de seguridad, un fotógrafo y quince policías, que fueron atacados con botellas y ladrillos por una turba compuesta por protestantes unionistas (partidarios de la permanencia de la provincia en Gran Bretaña) ante el ayuntamiento y en zonas del este de Belfast.

Según la policía local, PSNI, en torno a un millar de manifestantes se concentraron frente al consistorio para expresar violentamente su repudio por la votación de una moción que apoyaba, con condiciones, el retiro de la bandera británica.

Además de los heridos, varios autos fueron dañados durante las protestas en las que los manifestantes gritaban consignas como "vergüenza" y "no a la rendición".

En un comunicado, la PSNI informó hoy de que tres jóvenes de 17, 18 y 22 años han sido detenidos por su relación con estos incidentes.

Los concejales de Belfast aprobaron anoche -por 29 votos a favor y 21 en contra- una moción del partido multiconfesional Alianza, que agrupa a católicos y protestantes, que permitirá que la bandera ondee solo en ciertos días del año, tal y como ocurre en otros edificios gubernamentales y en el castillo de Stormont, sede de la Asamblea autónoma.

Actualmente, la llamada "Union Jack" luce a diario en la fachada del ayuntamiento y los concejales nacionalistas habían pedido el retiro definitivo para crear "un ambiente de neutralidad en una ciudad dividida".

El ministro principal de Irlanda del Norte, Peter Robinson, del mayoritario Partido Unionista Democrático (DUP, protestante), dijo que no hay justificación alguna por los ataques contra los policías.

"La decisión de buscar retirar la bandera del ayuntamiento y otros edificios municipales, a pesar de las advertencias del posible impacto que tendría en las relaciones entre las comunidades, fue absurdo y una provocación", afirmó el líder del DUP.

Por su parte, Gerry Kelly, miembro del republicano Sinn Fein en la Asamblea norirlandesa, señaló que la operación de la policía no fue adecuada y la calificó de "vergonzosa".