Para Iron Maiden, Chile será la frontera final. "La última fecha de un largo tour", complementa el guitarrista Dave Murray (56), al teléfono con La Tercera desde Las Vegas, al mirar las 80 paradas de su actual recorrido mundial, que precisamente culminará el próximo miércoles 2, a las 21 horas, en el Estadio Nacional.

"Nuestras experiencias en Santiago siempre han sido fantásticas. Es increíble lo compenetrados que están con la historia de la banda. Cuando entras al hotel ves incluso a chicos de 12, 13 o 15 años esperándonos, eso no pasa en casi ninguna otra parte del planeta. Es como si jugara su equipo de fútbol. Por eso, cuando en 2011 grabamos allá nuestro DVD En vivo, la idea era tributar a los seguidores antes que al propio grupo", sigue el músico, como antesala de su séptimo concierto en la capital, que ya ha despachado 50 mil boletos, perpetuando la devoción local hacia los ingleses.

Pero su próximo abrazo con Chile no sólo es el reencuentro con una de sus hinchadas más férreas y numerosas en el mundo; también es el epílogo de una gira donde el conjunto levantó el espejo retrovisor para reverenciar lo más granado de su herencia: Maiden England es la recreación del histórico registro del mismo nombre que grabaron en 1988, como parte del tour de Seventh son of a seventh son, la última gema de su era de oro y que -pese a despertar cierto recelo inicial en sus fanáticos más ortodoxos- el tiempo ha situado como una obra maestra capaz de abrir nuevas audiencias y de flexibilizar su sonido al explotar recursos como los sintetizadores.

"Fue uno de nuestros puntos altos. Ya veníamos con un impulso muy fuerte con discos como The number of the beast, pero con Seventh... se produjo algo mágico", rememora Murray, vinculando el pasado con un espectáculo presente centrado exclusivamente en su cancionero ochentero -con temas como Moonchild, Can I play with madness o The Clairvoyant- y que recupera la misma puesta en escena de esos días. Uno de los fundadores de la agrupación sigue: "Le sumamos nuevos elementos, pero sigue siendo un show espectacular incluso en la actualidad. Tiene un Eddie mucho más grande de lo que han visto, con vestuarios distintos, y muchas animaciones".

Nostalgia y nuevos fans

Pese a los brochazos de renovación, Iron Maiden ha levantado sus últimos tours como ejercicios retrospectivos, centrados en la estética y las composiciones más populares, pese a mantener en paralelo una constante frecuencia para lanzar nuevos discos. Por tanto, la pregunta cae lógica: ¿Por qué apelar a tanta nostalgia? Murray se hace cargo: "A veces haces un álbum o un tour y luego te olvidas completamente de él, aunque sea un excelente material. También sucede que hoy algunos de nuestros fans no habían nacido cuando tocábamos este álbum, así es que pensamos que sería una gran oportunidad de darles a conocer estas creaciones. Es natural que la gente quiera escuchar los primeros temas de un grupo, por lo que se justifica totalmente que hayamos seguido este camino".

Hora de parar

Y para seguir en esa ruta, los hombres de Run to the hills han mantenido un notable ritmo de giras en la última década, rotando por el planeta prácticamente todos los años, registro casi atípico para una institución de matrícula clásica.

"Para ser honesto, hoy hay algo más de dolores y molestias en nuestro cuerpo (se ríe). Estamos más cansados, pero la energía de seguidores como los de Chile, ver su adrenalina y las reacciones, nos invita a seguir. Te paras en el escenario, empiezas a tocar y es como si se activara la serotonina en el cerebro. Además, más allá de los conciertos, disfrutamos mucho cuando volamos y estamos juntos. Ahí está la clave. No me gusta compararme con otros grupos de rock, porque siento que la música no es competencia, pero al menos, es la fórmula que nos ha resultado", reflexiona el guitarrista.

Pese al entusiasmo, el británico dice que, tras el Nacional de Santiago -donde los teloneará Ghost y Slayer a partir de las 18.30 horas-, será hora de parar por unas temporadas y abre una pequeña incertidumbre en el futuro de la doncella de hierro: "Hemos estado mucho tiempo de tour y necesitamos un descanso. Después de pasar por Santiago, nos vamos a tomar el resto del año para no hacer nada, y luego, ya en 2014, veremos lo que queremos hacer. Nos gustaría hacer nuevos temas, pero por ahora no lo estamos barajando"..