La última vez que Ollanta Humala visitó a Isaac, su padre, fue en Navidad. Llegó temprano con su esposa, Nadine Heredia; sus dos hijas y Samín, el menor. Se entregaron regalos y pasaron una velada tranquila, aunque algo incómoda. No hablaron ni una sola palabra de política, como dicta el acuerdo entre ambos. En la casa familiar de los Humala, en el distrito limeño de Monterrico, el árbol navideño aún está en pie. "Mire, la verdad es que la política ha dividido a mi familia", reconoce Elena Tasso, la matriarca del clan, mientras sirve un plato de papas a la huancaína.

Desde que Ollanta alcanzó el poder en 2011, su padre lo ha criticado con dureza. "Sí, estoy decepcionado, totalmente", reconoce Isaac Humala. "En octubre pasado visité a Evo Morales en La Paz. El sí que se ha preocupado de proteger los recursos naturales. Evo ha llevado a cabo una política nacionalista", dice, sentado en el patio de su casa, acompañado de su esposa y también de Franz Solano, ex embajador de Bolivia en Perú.

Isaac Humala tiene 83 años, viste una guayabera blanca y luce grandes ojeras. Nació en Ayacucho y es conocido en Perú por ser el fundador del Movimiento Etnocacerista, un grupo nacionalista y antichileno. Humala les inculcó a sus siete hijos la reivindicación de la "raza cobriza" (indígena) y los obligó a estudiar, una y otra vez, la figura de Andrés Avelino Cáceres, el hombre de la resistencia peruana durante la Guerra del Pacífico.

De armas tomar, Isaac Humala ha estado al centro de los movimientos nacionalistas desde el 2000 en adelante y ha agitado la bandera más populista en cuanto a las demandas contra Chile. En 2001, durante el incidente de la caseta, marchó junto a su hijo Antauro (hoy en la cárcel) en Tacna y también protestó con Ollanta cuando en 2007 se aprobó la ley de Arica/Parinacota.

"La familia llegó al poder, pero después (mi hijo) le pasó el poder al Perú chilenista", afirma a La Tercera.

¿Con esto usted quiere decir que Ollanta Humala es prochileno?

"Sí, de hecho", responde. "Para nosotros es muy difícil esta situación. Tengo a un hijo en el Palacio Pizarro y al otro en la cárcel (Antauro)", replica Elena Tasso, también abogada. "Perú no tiene nada que perder. Creo que el fallo se va a acatar. Pero si ganamos, acá sólo será un triunfillo, porque ya no podemos perder más", sostiene el patriarca del clan Humala.

¿El fallo cerrará las disputas limítrofes entre ambos países o aún quedan temas pendientes?

La situación en el mundo va cambiando y mejorando. Ejemplo de ello es la Unión Europea, que acá queremos imitar con la Unasur. El requisito de la UE es que ningún país debe tener prenda del otro, tiene que devolverse. Pero Chile está en situación de usurpación, ocupación, casi en el papel de bandido con Bolivia. Para Chile, desprenderse de ese territorio va a ser muy doloroso.

¿Qué espera usted del fallo?

Pienso que debe ser favorable.

¿Cree usted que el fallo es una oportunidad para dar vuelta la página?

Eso todavía no es posible, porque algunos chilenos creen que son dueños para siempre de Arica, Tarapacá y Antofagasta.

¿Hay un ambiente de triunfalismo?

No. La elite peruana se siente más cómoda en Miami que en Perú. Ellos son prochilenos y siempre lo han sido. Pero el pueblo piensa distinto. Al lado de Manuel Bulnes pelearon generales peruanos, en la toma de Lima. El patriotismo es sumamente deficitario. Que contrasta con la casta muy patriota de Chile.

¿El fallo debe ejecutarse de forma inmediata?

Sí, conforme a su naturaleza y al derecho. Ya depende de cómo se comporte Chile. Ojalá que se comporte mal, porque si es así, en Perú va a haber reacción. Si Chile dice que no va a cumplir y sale con pillerías, acá se va a reaccionar. Hay varios pesqueros parados. Chile está en una actitud de guerra.

¿Usted mantiene su mirada crítica sobre los chilenos entonces?

Es un país profesionalmente agresor y que vive a expensas de sus vecinos. Sin el apoyo de Chile, Inglaterra no hubiese ganado la guerra de las Malvinas.

¿Cómo evalúa el manejo de su hijo en el caso?

Bueno, no hay nada que hacer, ya que recibió el proceso planteado y ya contestada la demanda. El proceso judicial ya estaba en curso.

¿Comunicacionalmente, cómo lo ve?

Lo evalúo mal. Estaba condicionado. Porque él sólo logró el 32% del electorado en las elecciones, ha tenido que hacer concesiones porque, de lo contrario, no llegaba al poder. Entonces, está pagando el costo de las concesiones.

¿A qué atribuye la baja en las encuestas?

En cualquier momento (Ollanta Humala) puede volver al programa original, como lo está exigiendo su militancia. El está en un 26% de apoyo pero, más que las encuestas, es el problema social interno.