"En vez de la desigualdad". Isabel Allende acuñó esa frase para llamar la atención del amplio grupo de jóvenes con que se juntó en un foro el jueves pasado. Había representantes de las "juventudes" de los partidos de la Nueva Mayoría y más allá del bloque: Revolución Democrática, Izquierda Autónoma, Movimiento Autonomista, entre otros. La frase era un gesto. Un guiño, o más bien un desafío.
Sin explicitarlo, su cita al libro del economista chileno Jorge Ahumada, titulado En vez de la miseria (1958), en realidad buscaba hacer un paralelo con el ex Presidente Ricardo Lagos, quien presentó hace unos días En vez del pesimismo, inspirado en el texto de Ahumada. En una de sus semanas más difíciles, tras un vendaval de cuestionamientos internos en el PS que apuntan a que no ha puesto "ideas" sobre la mesa, o no se ha mostrado como candidata, la senadora por Atacama dice que si bien su trabajo es menos visible que el de sus eventuales contendores en la Nueva Mayoría, ha puesto temas en la agenda y ha recorrido el país, aunque más silenciosamente. Dice que lleva casi cien comunas recorridas y este fin de semana largo no será de descanso.
¿La frase "En vez de la desigualdad" la planteó como un desafío al ex Presidente Lagos?
No, lo que pasa es que yo, precisamente, recordé la cita de Ahumada, que fue famosa hace más de 40 años, porque cuando retomamos la democracia, en 1990, estábamos exactamente igual: era tremendamente necesario luchar con una pobreza que alcanzaba casi el 40% de la población. Pero hoy ya no es sólo un tema pobreza, es también la desigualdad.
¿Cree que este gobierno ha hecho lo suficiente para terminar con la desigualdad?
Falta, creo que ha habido esfuerzos. Parte de estas profundas transformaciones que ha vivido este gobierno tienen que ver con cómo combatir la desigualdad. Pero al término de este gobierno no estoy segura que podamos decir que vamos a marcar un hito en cuanto a la desigualdad. Creo que es más persistente, es el gran desafío de todos los países y tenemos que ser perseverantes frente a eso.
Usted utilizó esta frase en un diálogo con movimientos de izquierda. ¿Le saca ventaja al ex Presidente Lagos al conversar con ellos?
No quiero que sea visto así, porque la gente que accedió de muy buenas ganas podría sentirse, incluso, hasta cierto punto utilizada. Para nosotros lo importante era poder convocar a una serie de analistas y dirigentes de movimientos jóvenes, más toda la Nueva Mayoría. Estuvo presente desde la DC al PC. Qué es lo que quería: que un documento, que yo misma encargué para el Congreso del PS, fuera debatido como una propuesta hacia un nuevo modelo de desarrollo. También se consiguió, lo que yo siento que es un hito, que nos podamos sentar en una mesa donde se pueden decir cosas duras.
¿Se podría tomar este encuentro como una respuesta a las críticas internas de que usted no se define como candidata presidencial?
No hay que confundir los planos. Yo ya he dicho y he sido clara: estoy disponible. Pero esta es una decisión que vamos a tomar después de las municipales, de manera colectiva, democrática y participativa. Otra cosa es que tengo la convicción que mi principal tarea como presidenta de un partido ahora son las elecciones municipales. He estado recorriendo el país. Es súper potente cuando uno está en la calle, va a una feria y conversa con la gente. En general, para mí ha sido súper gratificante, porque siento mucho cariño y la verdad es que es bien emocionante.
¿No le tienta eso a definirse luego si va a ir o no como candidata presidencial?
Ya he dicho con claridad: estoy disponible, seré candidata si esa es la decisión que tome mi partido y con un mecanismo democrático. Pero, al mismo tiempo, estoy convencida que la ansiedad no es una buena consejera. No hay ninguna necesidad de ponerse tan ansioso. Nos falta un año y fracción, cada cosa en su lugar. Soy presidenta de un partido y lo primero que tengo que decir es que nos vaya bien porque estamos, nada menos ni nada más, que escogiendo a 345 gobiernos locales. No hay una tarea en estos momentos más importante.
Como presidenta del PS, ¿con qué resultado municipal su partido se sentirá triunfador?
Esperamos que la Nueva Mayoría gane. No solo los socialistas. ¿Cómo se mide? Por el porcentaje de votación de los concejales y ojalá también con más alcaldes. Quisiera que comunas visibles también las ganemos: Carolina Tohá en Santiago, Josefa Errázuriz en Providencia y Helia Molina en Ñuñoa. También para el PS algunas capitales regionales sería bueno tenerlas: Valdivia y Punta Arenas.
¿Cómo acoge las críticas internas que tiene respecto de que le falta marcar más la agenda con propuestas?
Estoy recorriendo el país, escuchando a la gente y dando opiniones. Otra cosa es que de repente, como tenemos una focalización solo hacia lo presidencial, no se escuchen. Yo he hablado de que tenemos que tener ley reservada del cobre, hace mucho tiempo que hablé de descentralización, estoy con un chapita que dice voto chileno en el exterior, porque soy autora de esta reforma constitucional.
¿Nota ansiedad en su partido?
Hay ansiedad en el ambiente. De alguna manera el debate se adelantó, pero lo que quiero decir es que no es el minuto para estar diciendo solamente es un tema presidencial. Respeto a todos y cada uno de los liderazgos, creo que es lógico que se desplieguen. El énfasis hoy es el tema municipal y, por otro lado, ojo, creo que tampoco es bueno dar un recetario o dictar cuáles son todas y cada una de las propuestas, porque creo que éstas debieran salir de un proceso de diálogo.
¿Usted competiría con Ricardo Lagos en una primaria interna?
Soy presidenta de un partido y tengo que darles garantías a los militantes y a la institucionalidad de un partido que esta es una decisión que se toma en la instancia apropiada. Nosotros vamos a convocar a fines de noviembre a un comité central y ahí el partido dirá cuál es el cronograma que va a establecer la metodología.
Una cosa es una primaria interna y otra de la Nueva Mayoría...
En el PS nunca se ha hecho una primaria para resolver una candidatura. Ha sido el consejo general. Son 500 personas que han resuelto de alguna manera los casos de Lagos, Bachelet y las distintas postulaciones presidenciales. Una siempre tiene que estar abierta a cualquier mecanismo. El PS, me imagino, institucionalmente, no puede rechazar ningún mecanismo.
¿Usted competiría con el ex Presidente Lagos? ¿Ha conversado esta situación con él?
Competir con el Presidente Lagos sería medio extraño, porque evidentemente representamos al mismo mundo. Lo lógico sería una primaria en la cual va un candidato por el mundo PS-PPD; un candidato que puede ser Alejandro Guillier, que hoy día lo apadrina, por llamarlo así, el Partido Radical; y una candidatura que esperamos pueda surgir de la DC. Entonces, sería extraño porque somos del mismo mundo, o sea, la candidatura tendría que ir por el bloque PS-PPD y no tengo ninguna duda en que terminadas las municipales y, en el momento apropiado, voy a conversar con Ricardo Lagos, por supuesto. Tengo una muy buena relación con él, hemos sido amigos, cómplices cuando luchábamos desde el exterior, cubríamos eventos convocando a la solidaridad, entonces, es una historia de muchos años y de largo recorrido y en algún minuto dado conversaremos.
¿Cómo se resolverá quién será el candidato?
Eso es lo que vamos a ver, ya sea producto de una conversación con los partidos o un mecanismo, pero no lo voy a decir yo, porque aquí me pongo en el papel de presidenta del partido: tengo que dar garantías que el Partido Socialista encontrará mecanismos, procedimientos democráticos y lo resolverá colectivamente.
¿Usted está dispuesta a dejar, eventualmente, una candidatura presidencial si se decide que Lagos sea el candidato de la Nueva Mayoría?
Siempre he dicho que en estas postulaciones nunca debe primar el interés individual, eso lo tengo claro y, en mi caso, lo he dicho una y otra vez. Esto es solamente porque uno cree que puede aportar en sectores, con su trayectoria, con lo que cada uno de los liderazgos representa, pero seamos claros: aquí lo que tenemos que buscar es la candidatura más competitiva; él o la candidata que sea más competitiva. Ese tiene que ser el bien mayor.
Tampoco el ex presidente está marcando muchos en las encuestas, entonces, ¿usted estaría dispuesta para apoyar a Guillier?
Tiene que haber una primaria que defina eso. Yo no lo sé, me pongo aquí en mi rol de presidenta porque finalmente es el partido el que define el mecanismo, entonces no especulemos si va a ser uno u otro.
¿La Nueva Mayoría debería proyectarse para el nuevo periodo presidencial? ¿Debería renovarse o cambiar de nombre?
A mi juicio, debiera proyectarse. Estoy convencida que estos cambios que estamos abordando son potentes, muchos de ellos van a ir madurando en el mediano plazo y otros vamos a tener que tomarlos en el próximo gobierno, como la verdadera reforma de salud y a las pensiones.
¿Con la DC y el PC?
Con la DC y el PC, estoy convencida de aquello y creo que haríamos muy bien en cuidarla y proyectarla.
¿Cómo se abordan los temas que los separan? Por ejemplo, esta semana los senadores Jorge Pizarro (DC) y Ricardo Lagos Weber (PPD) se enfrentaron en duros términos durante el debate del proyecto de descentralización, ¿qué los une?
Nos unen muchas cosas, más son las que nos unen que lo que nos diferencian, porque justamente la diversidad es la mayor riqueza. Lo que pasó entre Lagos y el senador Pizarro la verdad es que preferiría dejarlo casi en lo anecdótico. Son de los hechos que suceden en el Parlamento que lamentablemente es lo que a la ciudadanía le queda en la retina y lo que nos califica peor. Es legítimo que existan diferencias en la Nueva Mayoría, pero este episodio que ocurrió dejémoslo ahí, creo que no correspondía, es un nivel completamente inadecuado y, lamentablemente, focaliza la atención en ello en lugar del tema central.
¿Y cómo se construye un programa que los una?
Escuchando lo que se ha dicho. Si se dice que para el actual programa no hubo tanto tiempo y no fue tan participativo, hagámoslo más participativo, por eso es bienvenido que todos los institutos que están asociados a nuestros partidos ya comiencen a trabajar y después hagamos una coordinación conjunta. Estoy segura que un programa tiene que ser la base para sustentar a un próximo gobierno.