Tras la reunión de la mesa PS en que se debatió la renuncia de la directiva, el jueves pasado, Isabel Allende partió -con cierta desazón, dice- a su parcela  en las afueras de Santiago para pasar la fiesta de Año Nuevo junto a su familia, quedarse allí hasta hoy y reposar tras una dura neumonía que la afectó después de su elección.

"La idea de esa reunión, a la que yo convoqué, era llegar a una suerte de decisión colectiva, que fue finalmente lo que pasó. Honestamente, mi posición era que renunciáramos todos los de la mesa en ese momento. Pero se dieron distintos argumentos y no se puede dejar prácticamente acéfalo al partido en una situación tan rara como ésta", afirma la senadora electa por Atacama.

¿Cómo se explica el cambio de posición de Juan Pablo Letelier?
En un comienzo él estaba por la renuncia. Después se anduvo diluyendo. No sé por qué. Quizás esa convicción que todos tuvimos de que no era la hora de las responsabilidades.

¿Por qué desistió finalmente de apoyar la renuncia?
No me fue fácil. De hecho, en algún momento consideré la posibilidad de presentar mi dimisión a la mesa. Pero si yo renunciaba se iba a dar un antagonismo mayoría- minoría y se podía interpretar como que era un tema interno. Como se sabe, yo he encabezado la disidencia en las dos últimas elecciones en competencia con Camilo Escalona. Al final, lo que sacamos, frente a una presión mía, fue el compromiso de renuncia para el 23 de enero.

¿No pensó dejar explícito un voto de disidencia?
Escalona estaba clarísimo que no iba a renunciar. Lo único que podríamos haber hecho era por votación: cinco de nosotros diciendo sí a la renuncia y seis de ellos diciendo no. No tenía sentido.

¿Cómo queda la Concertación con dos presidentes renunciados?
Yo hubiese preferido que renunciaran los cuatro presidentes de partido, pero en fin, ya no se dio. No me parece una buena imagen, no me agrada un mundo en que quedamos con dos partidos que actúan de una manera y otros dos de otra. Creo, eso sí, que debieron renunciar al otro día del acto en el Estadio Nacional o de las elecciones. Una rechifla como la que ocurrió ahí era una señal muy clara del descontento de la gente.

Cuando estaban debatiendo se conoció el respaldo de la Presidenta Michelle Bachelet a Escalona a través de la prensa. ¿Influyó eso en la decisión de que no renunciara la mesa?
En mí, por lo menos, no influyó.

¿Qué le parecieron las declaraciones de la Presidenta?
Me pareció un exceso porque la lealtad no es sólo de Camilo Escalona, la ha tenido todo el Partido Socialista y otros dirigentes de la Concertación. Hemos sido súper leales y creo que es exagerado lo que hizo la Presidenta, centrar el agradecimiento en Escalona.

¿Son los presidentes de partido los responsables de los resultados en las pasadas elecciones?
Ciertamente no son los únicos responsables, pero sí simbolizan el descontento de la gente y las directivas debemos asumir nuestras responsabilidades. Yo quedé sorprendida con la renuncia de José Antonio Gómez porque pensé que ese capítulo ya se había cerrado. Ojalá hubiese sido la misma conducta de los cuatro, pero faltó coordinación de los presidentes.