Trece páginas de un total de quince. En el documento final que el equipo de Isabel Pantoja (60) envió a los organizadores del Festival de Viña para precisar sus exigencias, esa es la proporción que sólo corresponde a requerimientos técnicos, a lo que la española necesita sobre el escenario, relegando a un espacio menor las peticiones de camarines y hoteles. Por ello, en la comisión organizadora del evento ya concluyen sin mayores rodeos: es el show más complejo que se ha presentado en la historia reciente de la cita veraniega.
Hay una justificación puntual. La cantante escogió a la Quinta Vergara para relanzar su carrera a nivel continental, luego de salir de la cárcel en marzo de 2016 -tras casi dos años en prisión por blanqueo de capitales- y verse imposibilitada de pactar conciertos fuera de su país recién hasta esta temporada. Aunque antes hará dos presentaciones más acotadas en Madrid y Barcelona, su renacer global empezará el miércoles 22 de febrero, cuando abra la tercera jornada de la fiesta musical.
"La convencimos que su relanzamiento fuera acá, por eso el carácter tan estelar con que ha trabajado este debut en Viña", agrega Samuel Benavente, director ejecutivo de la productora Merci, los encargados de una visita que, en efecto, se persiguió por años, obstaculizada por esa larga estadía tras las rejas.
En lo concreto, la intérprete se presentará con una orquesta de 83 músicos, superando la marca reportada por Sting en 2011, quien fue secundado por 50. Además, todos serán chilenos. Según informó a principios de mes el diario digital español Vozpópuli, el staff de Pantoja habría sondeado en un principio la opción de traer todo ese número de instrumentistas desde España, pero los productores del festival lo habrían rechazado debido a razones económicas y ante la acotada disponibilidad hotelera de esos días.
Sin habla
Y como se trata de un montaje colosal, la sevillana llegará al país con mucha anticipación, seis días antes de su espectáculo, bajo el propósito de ensayar con el conjunto orquestal. Eso sí, lo hará en Santiago, donde levantará su centro de operaciones, ya que no alojará en la Ciudad Jardín y sólo llegará horas antes de su presentación. Por estos días se define la sala de ensayos que utilizará en la capital.
Pero aunque no dormirá frente al mar, su fugaz escala en la Quinta Vergara igual requerirá de un operativo singular. Por ejemplo, el recinto no tiene camarines habilitados para una orquesta tan voluminosa, por lo que tendrán que alzar de manera momentánea una gran carpa para que los profesionales puedan estar en las horas previas. Para la protagonista principal habrá dos camarines para su completo uso.
Por otro lado, exigió no dar entrevistas ni dar la habitual conferencia de prensa que exige el certamen. La razón es simple: tras la expiración definitiva de su condena en octubre pasado, no quiere hablar de su traumática experiencia legal y de las polémicas que han envuelto por años su figura. Pese a la negativa, los responsables del evento no se rinden y creen que en las próximas semanas la europea cederá en este punto, abriéndose a la alternativa de hablar de modo puntual con la prensa local, sobre todo al conocer el creciente interés que ha suscitado su venida.
Más allá de lo que compete al vértigo de todo festival viñamarino, el círculo privado con el que aterrizará en Chile está integrado por 26 personas, entre asesores, representantes, personeros de seguridad y, posiblemente familiares. Según ha informado la prensa española, tras salir de la cárcel, la intérprete realiza sus movimientos públicos siempre acompañada por tres guardias que se encargan exclusivamente de su custodia personal.
Por partida doble
En Viña, ofrecerá un show centrado en su último disco, Hasta que se apague el sol (2016), grabado en secreto dos años antes en México, y con 12 temas escritos y producidos por Juan Gabriel. Igual, se espera que presente una versión acotada del título -un promedio de cinco composiciones-, ya que su debut en la ciudad no sólo se remitirá a tributar al fallecido artista, sino que también a un trayecto por sus grandes éxitos. Su show contempla una extensión aproximada de una hora y 45 minutos.
Eso sí, la española recalará un par de días después en Santiago, el 5 de marzo en Movistar Arena, cuando presente la totalidad del álbum (entradas en Puntoticket). Será el capítulo final de una de las visitas más intensas que tendrá la cartelera local durante este 2017.