Según datos de la Superintendencia de Salud, el 39% de los usuarios del sistema isapre está hoy en condición de cautivo, es decir, no puede cambiarse de aseguradora por padecer una enfermedad preexistente, de tipo crónica, catastrófica o de alto riesgo, que impide su movilidad entre las aseguradoras. La proyección -que totaliza 1.245.185 personas- considera sólo a aquellas que poseen alguna de las 80 enfermedades del Plan Auge, por lo que podría ser incluso más alta al incluir variables como la edad del cotizante, llegando a superar al 40% de la cartera, formada por 3,2 millones de usuarios.
"La preexistencia, como concepto, es un diagnóstico clínico hecho por un médico. Una persona es cautiva en una isapre cuando por ese diagnóstico, de enfermedad o por edad, normalmente de 55 años en adelante, las otras isapres rechazan recibir a ese afiliado, por padecer una enfermedad que implica mayor gasto o certidumbre de un riesgo mayor", dice Manuel Inostroza, académico del Instituto Salud y Futuro de la U. Andrés Bello.
La cautividad de los beneficiarios del sistema privado, por causa etaria o de enfermedad, ha estado en el centro del debate de las iniciativas legales que han intentado reformar el sistema. Al mismo tiempo, se trata de un tema pendiente que lleva siete años en estudio al interior del gremio, para fijar un mecanismo que permita la movilidad de estos usuarios.
Hoy, y como una iniciativa de autorregulación del sector, el presidente de Isapres de Chile, Hernán Doren, dará a conocer una propuesta consensuada al interior de la asociación para poner fin a la cautividad de afiliados por preexistencias.
El mecanismo consiste en la creación de un fondo compensatorio de riesgo entre las isapres, que permita a las aseguradoras asumir los costos adicionales que genere que las personas cautivas se muevan de una aseguradora a otra. De esta forma, se elimina el desincentivo económico que para las aseguradoras tiene el recibir a una persona que padece una enfermedad basal.
Esta movilidad, sin embargo, sólo se aplicaría a las personas que actualmente están cautivas y no sería extensiva a los beneficiarios de Fonasa. Además, quienes padezcan alguna de las 80 enfermedades incluidas en el Auge sólo podrían tratar dicha patología en la red cerrada de la aseguradora a la que migren, y no con la libre elección del plan de salud.
Para que un usuario pueda cambiar de aseguradora, en tanto, la propuesta plantea al menos dos requisitos: el primero, que la enfermedad esté en carácter de "remisión", es decir, que el paciente no haya requerido una hospitalización por esa patología en al menos dos años. Además, se deberá acreditar al menos tres años de cotizaciones y la inscripción del afiliado deberá hacerse en las oficinas de la aseguradora, y no a través de vendedores.
Otro antecedente apunta a que la isapre receptora debería recibir información de la aseguradora desde donde viene el cotizante.
La propuesta será presentada esta tarde a la comisión de expertos convocada por el gobierno para generar un modelo de reforma al sistema que ponga fin a las discriminaciones por sexo, edad y condición de salud, elementos que sostenidamente han sido objetados por la Corte Suprema y el Tribunal Constitucional.
Pedro Barría, abogado experto en salud, sostuvo que "sería deseable que esto sucediera, porque los afiliados podrían tener libertad de movimiento". Barría añade que hoy las isapres no poseen incentivos para recibir afiliados con preexistencias, "pero ahora, con este acuerdo, estarían dispuestas a recibirlos. Cualquier cosa que se haga para terminar con este problema es buena", añadió.
Por su parte, Gonzalo de la Carrera, presidente ejecutivo de la isapre Colmena Golden Cross -aseguradora que este año abandonó la Asociación de Isapres-, sostuvo que "vemos como positiva una iniciativa que propenda a solucionar el tema de la cautividad. Esta iniciativa la hemos venido promoviendo y estamos contentos de que por fin hayan escuchado nuestra inquietud. Respecto del mecanismo de compensación (de riesgo), lo estudiaremos con el mayor interés", añadió.