El albanés Ismail Kadaré, quien concibe la literatura como una vocación que desarrolla de igual manera bajo una dictadura comunista que bajo un régimen democrático, fue distinguido hoy con el Premio Príncipe de Asturias de las Letras por "la belleza y el hondo compromiso" de su escritura.
Considerado uno de los intelectuales más activos de la Europa del siglo XX, Kadaré se impuso al holandés Cees Noteboom, el italiano Antonio Tabucchi, el británico Ian McEwan y el checo Milan Kundera, quienes también llegaron a las votaciones finales.
El jurado del Premio, fallado a mediodía en la ciudad de Oviedo (norte), destacó que el autor albanés "narra con lenguaje cotidiano, pero lleno de lirismo, la tragedia de su tierra, campo de continuas batallas".
Kadaré da vida en sus libros "a los viejos mitos con palabras nuevas" y expresa "toda la pesadumbre y la carga dramática de la conciencia", subrayó un jurado presidido por el director de la Real Academia Española, Víctor García de la Concha.
El autor, candidato en varias ocasiones al Premio Príncipe de Asturias de las Letras y al Nobel de Literatura, es probablemente el intelectual más importante de Albania y uno de los más activos en Europa, donde su compromiso jugó un destacado papel en el esclarecimiento internacional del drama de los albaneses de Kosovo.
Según el jurado, el compromiso de Kadaré hunde las raíces en la tradición literaria del mundo helénico, "que proyecta en el escenario contemporáneo como denuncia de cualquier forma de totalitarismo y en defensa de la razón".
Ya con su primera novela "El general del Ejército Muerto", publicada en 1963, consiguió reconocimiento tanto dentro y fuera de su país.
Su prolífica carrera abarca títulos como "El Palacio de los Sueños", "Abril quebrado", "El Monstruo" o "Los Tambores de la Lluvia" y "La hija de Agamenón".
Su compromiso con las libertades de su país le llevó en 1990 al autoexilio en Francia, país donde reside aunque desde la estabilización parcial de la situación de los albanokosovares, Ismail Kadaré regresa a pasar largas temporadas en Tirana.
Al Premio Príncipe de Asturias de las Letras 2009 se presentaron 31 candidaturas procedentes de 25 países.
Entre las candidaturas descartadas por el jurado a lo largo de sus deliberaciones figuraban las del uruguayo Eduardo Galeano, el japonés Haruki Murakami, la canadiense Alice Munro, la mexicana Elena Poniatowska y la húngara Agota Kristof.
El Premio Príncipe de Asturias de las Letras, que en la pasada edición recayó en la canadiense Margaret Atwood, ha reconocido a autores como José Hierro, Juan Rulfo, Ángel González, Mario Vargas Llosa, Camilo José Cela, Claudio Rodríguez o Carlos Fuentes.
También han recibido el galardón Francisco Umbral, Günter Grass, Augusto Monterroso, Doris Lessing, Arthur Miller, Susan Sontag, Claudio Magris, Paul Auster y Amos Oz.
El galardón, dotado con 50.000 euros (unos 70.000 dólares) y la reproducción de una estatuilla diseñada por Joan Miró, es el sexto que se falla este año.
En semanas pasadas fueron fallados el premio de las Artes, que recayó en Norman Foster; el de Cooperación Internacional, que distinguió a la Organización Mundial de la Salud; y el de Ciencias Sociales, que fue a parar a David Attenborough.
También se han dado a conocer los Premios de Comunicación y Humanidades, que galardonó a la Universidad Nacional Autónoma de México, y el de Investigación Científica y Técnica, que fue para los ingenieros Raymond Tomlinson y Martin Cooper.
Los ocho Premios Príncipe de Asturias serán entregados a finales de octubre por el príncipe Felipe de Borbón, heredero de la Corona española, en una ceremonia que se celebrará en el Teatro Campoamor de Oviedo.