El gobierno israelí aprobó hoy la construcción de 1.100 viviendas nuevas al este de Jerusalén, específicamente en la ladera sur del barrio de Gilo, construido sobre tierras que antes de la guerra de 1967 pertenecían a la localidad palestina de Beit Jala, en el distrito de Belén oriental.
Esta medida indudablemente elevará las tensiones, ya altas desde que la Autoridad Nacional Palestina solicitó la semana pasada su ingreso a la ONU como estado de pleno derecho.
Estados Unidos, a través del Departamento de Estado, calificó de "contraproducente" la autorización a la construcción de viviendas.
Esto se suma a las críticas del negociador jefe de la ANP, Saeb Erekat, quien junto con condenar la medida, la calificó de "bofetón a todos los esfuerzos internacionales para proteger las diluidas perspectivas de paz en la región".
"Israel respondió al Cuarteto y a la iniciativa francesa con 1.100 no. Netanyahu ha dejado en ridículo a todos aquellos en la comunidad internacional que insisten en que hay un socio para la paz en Israel", agrega el negociador palestino en su comunicado.
El sábado, horas después de presentar Palestina su petición, el Cuarteto de Madrid (formado por EEUU, UE, Rusia y la ONU) presentó una propuesta a israelíes y palestinos para reanudar las negociaciones en el plazo de un mes, en un proceso que habría de finalizar en un año con la creación de un Estado palestino en 2012.
ONU Y UE
A las críticas se sumó la ONU y la Unión Europea. "Transmite una señal errónea en un momento delicado", dijo el enviado especial de Naciones Unidas para Medio Oriente, Robert Serry. Agregó que "la construcción en los asentamientos es contraria a la Hoja de Ruta y al derecho internacional y mina las posibilidades de reanudar las negociaciones para alcanzar la solución de dos estados y poner fin al conflicto".
A su vez, la jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton, también criticó los planes y pidió a las autoridades israelíes que den marcha atrás. "Hemos pedido a las partes que eviten medidas provocadoras y, por tanto, lamento enormemente que hoy se haya decidido continuar con los asentamientos", señaló Ashton en una intervención en el pleno del Parlamento Europeo en Estrasburgo (Francia).
Para la Alta Representante de la UE, el plan "debería ser revocado", pues la ampliación de los asentamientos "amenaza la viabilidad de la solución de los dos Estados".