Policías y soldados israelíes destruyeron la casa de un palestino que el pasado octubre atropelló con su automóvil a un grupo de personas que esperaban en una parada del tranvía, informó el portavoz del Ejército, Peter Lerner, esta mañana.

El edificio se encontraba en la parte árabe de la ciudad, señaló el portavoz. Las autoridades israelíes consideran que el suceso ocurrido hace cuatro semanas fue un ataque. Dos personas murieron a causa de las heridas sufridas, entre ellas un bebé de tres meses. 

En reacción al último atentado ocurrido ayer martes en una sinagoga en Jerusalén, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, anunció en la noche del martes que las viviendas de los dos atacantes y también la de otros autores de atentados serían destruidas rápidamente. Netanyahu ve a su país en "combate por Jerusalén".

Dos palestinos de la parte árabe de Jerusalén asaltaron el martes una sinagoga en el barrio de Har Nof, de mayoría ultraortodoxa, y armados con un hacha, cuchillos y una pistola mataron a cuatro rabinos -tres oriundos de Estados Unidos y uno de Reino Unido-. Un policía murió también horas después en el hospital a consecuencias de las heridas sufridas. Los atacantes fueron abatidos por la policía tras el ataque, que supuso el primer atentado contra una sinagoga en Jerusalén.

En la sinagoga del ataque decenas de judíos se congregaron hoy para el rezo matinal, entre ellos el ministro de Economía, Naftalia Bennet, informó la web de noticias "ynet". La entrada a la sinagoga era vigilada por personal de la seguridad.

Según medios israelíes, las escuelas de Jerusalén serán mejor protegidas y se cerrarán algunas salidas de las carreteras de la parte árabe de la ciudad, informó la radio israelí.

Desde que se interrumpieran las conversaciones de paz entre israelíes y palestinos el pasado abril la situación no ha dejado de escalar en la zona.