El fiscal argentino Alberto Nisman murió buscando la verdad del atentado contra la mutual judía AMIA en 1994, que atribuyó a Irán, país que "siembra el terror", afirmó un ministro israelí hoy al conmemorarse 23 años del ataque contra su embajada en Buenos Aires.
La investigación del ataque a la sede diplomática está en manos de la Corte Suprema de Justicia que en 1999 lo atribuyó a un grupo del movimiento chiita libanés Hezbolá, aunque nunca hubo procesados, detenidos ni juzgados y la causa sigue abierta.
"Bendita sea su memoria (de Nisman), pagó con su vida el intento de llegar a la verdad", dijo el ministro de Agricultura de Israel, Yair Shamir, al hablar en nombre del gobierno de Benjamin Netanyahu en un acto en homenaje a los 29 muertos y 200 heridos del atentado de 1992 que voló la sede diplomática.
El ministro habló desde un estrado montado en la plaza seca (de cemento) donde hasta el 17 de marzo de 1992 estuvo la Embajada, y hoy hay 22 árboles en memoria de las 22 víctimas identificadas, cuyos nombres fueron leídos al inicio del acto, tras escucharse el ulular de una sirena quebrando el silencio en medio de la ciudad.
El jefe de Gabinete Aníbal Fernández, que asistió al acto en representación del gobierno de Cristina Kirchner, recibió algunos abucheos luego de haber tildado la víspera a Nisman de "sinvergüenza".
La crítica de Fernández se produjo luego de que se divulgara que su colaborador Diego Lagomarsino, único imputado en la causa de la muerte del fiscal por haberle prestado el arma que lo mató, revelara que debía reintegrarle cada mes la mitad de su salario de 40.000 pesos (4.600 dólares).
El fiscal que investigaba el atentado a la AMIA en 1994, apareció muerto el 18 de enero en el baño de su casa de un disparo en la cabeza de un arma calibre 22 prestada por Lagomarsino, y su deceso significó un cimbronazo para el escenario político del país.
Nisman, enarbolado como mártir por un sector de la justicia en el marco de una fuerte disputa con el gobierno, había denunciado cuatro días antes de morir a Kirchner y a su canciller, Héctor Timerman, de buscar encubrir a los acusados iraníes.
Israel: Irán detrás de todo
El ministro Shamir aseguró que "los viles terroristas perpetradores del atentado (a la Embajada israelí) han sido financiados y entrenados por Irán", al que "el mundo trata de apaciguar (como) un nido de víboras".
Al evocar a Nisman, el ministro israelí recordó que con su investigación sobre la AMIA "se demostró que detrás del atentado estaba Irán y su brazo armado Hezbolá".
"Irán continúa sembrando terror y destrucción en todo el mundo", aseguró y advirtió que "si permanecemos de brazos será el fin del mundo civilizado".
No hay resultados en la investigación
En el homenaje, con presencia jóvenes estudiantes de escuelas judías de Buenos Aires, el ex encargado de prensa de la embajada Jorge Cohen, habló en nombre de los familiares de las víctimas y los sobrevivientes.
"Pasaron días, semanas, meses años, y sabemos lo mismo que al principio", dijo Cohen al evocar cómo salió caminando de la sede diplomática y blanco de tierra en medio de los escombros aquel trágico 17 de marzo.
"¿Eran alienígenas? ¿Eran invisibles?", se preguntó en un emotivo discurso que arrancó lágrimas, al cuestionar la falta de resultados y de detenidos.
Kirchner declinó de asistir al acto al recordar que el aniversario se cumplió el martes, día en que la mandataria se reunió con sobrevivientes y familiares de las víctimas.
"En verdad, para mí, había un solo homenaje: el día 17 de marzo y junto a ellos, las víctimas y los familiares" del atentado, sostuvo a través de redes sociales.
El acto oficial se realizó el jueves porque el martes se celebraron elecciones en Israel.
Kirchner reprochó que "el Estado de Israel jamás se presentó como querellante en la causa de la Embajada".
En el acto, la embajadora israelí Dorit Shavit respondió que "Israel asigna suma importancia a la continuación de las investigaciones hasta las últimas consecuencias, hasta someter a juicio a los perpetradores".