El gobierno de Israel vota este domingo una polémica propuesta para reforzar el carácter judío del Estado de Israel en detrimento de su carácter democrático.

Si prospera la propuesta, las llamadas Leyes Fundamentales de Israel, que forman la constitución israelí, definirán al país como "el hogar nacional del  pueblo judío" y no como un Estado "judío y democrático", como hasta ahora. 

Las voces críticas, incluyendo el principal asesor legal del gobierno, consideran que esta nueva definición tendrá efectos legales y discriminará a  los 1,7 millones de ciudadanos árabes que viven en el país.

Si la propuesta prospera significaría "la institucionalización del racismo, que ya es una realidad en las calles, tanto en la ley como en el corazón del  sistema legal", advierte Majd Kayyal, miembro de Adalá, una organización de defensa de la minoría árabe en Israel.

El fiscal general israelí, Yehuda Weinstein, principal asesor legal del gobierno, también ha criticado la medida, impulsada por el partido de extrema  derecha Likud del primer ministro Benjamin Netanyahu.

La minoría árabe de Israel, que representa un 20% de la población, es descendiente de los palestinos que se quedaron en su tierras tras la creación de Israel en 1948.

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, dio hoy su apoyo a una controvertida ley: "Israel es el Estado nacional del pueblo judío", afirmó Netanyahu durante una reunión de su gabinete en Jerusalén. "Aun así, el carácter democrático del país tiene el mismo valor y todos los ciudadanos deben tener los mismos derechos", afirmó.

El fiscal general, Jehuda Weinstein, criticó duramente la propuesta de ley e instó al gobierno a no apoyarla.