Italia aprobó un paquete de medidas de apoyo a la economía que ofrece algo de ayuda a las empresas, pero el primer ministro Matteo Renzi está bajo creciente presión para dar pasos más significativos con los que sacar al país de la recesión.
Entre las medidas más significativas aprobadas por el parlamento el jueves por la noche figuran un recorte de los costos de energía para pequeñas y medianas empresas, ventajas fiscales para compañías que inviertan en maquinaria y nuevas reglas que permiten a las aseguradoras y a las gestoras de crédito prestar dinero directamente a las empresas.
También hay medidas de menor alcance que afectan a distintos sectores, desde la agricultura hasta el medio ambiente.
El plan, bautizado como "decreto de competitividad" cuando Renzi lo presentó en junio, ha recibido una acogida tibia por parte de los líderes empresariales, que han dicho que carece de una estrategia clara y no tiene en cuenta las necesidades reales de la industria.
Datos divulgados esta semana mostraban que la tercera mayor economía de la zona euro cayó inesperadamente en la recesión en el segundo trimestre, contrayéndose por undécima vez en los últimos 12 trimestres.
El jueves, el presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, dijo que Italia no ha hecho lo suficiente para reformar su mercado laboral, la burocracia o el sistema judicial, lo que se traduce en un clima desfavorable para la inversión.
Se espera ahora que la economía no crezca o apenas crezca en este año, alejándose de los pronósticos oficiales que apuntaban a una expansión del 0,8%. Este estancamiento tendrá repercusiones negativas en las ya tirantes finanzas públicas italianas.
Renzi dijo estar de acuerdo con los comentarios del presidente del BCE y que no son una crítica a su gobierno. En una entrevista televisiva, el primer ministro insistió el jueves en que su estrategia económica es sana y posiblemente sacará al país de la crisis.
"Vamos a trabajar mejor y más duro, pero prometí cambiar de dirección, no cambiar el universo en tres meses", dijo el primer ministro, y agregó que sólo un "superhéroe de cómics" podría dar la vuelta a la economía en cuestión de meses.
"Con calma, con serenidad, estamos tomando este país de la mano y tirando de ella para sacarla de la crisis", dijo Renzi, que se ha comprometido a cambiar la economía con una estrategia integral en los próximos 1.000 días.