La hija del ex sacerdote Omar Venturelli, desaparecido en 1973, señaló que la fiscalía italiana solicitó la pena de cadena perpetua para el ex fiscal militar Alfonso Podlech.

María Paz Venturelli dijo que el fiscal Giancarlo Capaldo formuló la petición de la máxima pena contra Podlech por los supuestos delitos de matanza, homicidio pluriagravado y secuestro de personas con fines de extorsión.

Capaldo exigió además que no se le aplique ningún atenuante genérico a la posible condena al ex fiscal militar, al considerar que "ha demostrado intención de no colaborar con el proceso, intentando además obstaculizarlo".

El próximo lunes se prevé que los abogados de la defensa presenten sus alegatos.

La Fiscalía italiana abrió en 1998 una investigación para esclarecer la desaparición de cuatro ciudadanos italo-chilenos durante el régimen militar, entre ellos Venturelli, cuyo paradero se perdió mientras permanecía detenido.

En julio de 2006, la familia del ex sacerdote presentó en Chile una querella contra Augusto Pinochet y contra Podlech, quien ejercía como fiscal militar en la ciudad de Temuco, donde ocurrieron los hechos.

Podlech fue detenido el 27 de julio de 2008 en el aeropuerto español de Madrid-Barajas en cumplimiento de una orden europea de detención y entrega emitida por las autoridades italianas y el 13 de agosto fue extraditado a Italia y encarcelado en la prisión romana de Rebibbia.

Allí ha permanecido durante todo este tiempo, a excepción de unos diez días, después de que en marzo de este año se le dejara en libertad provisional al considerar un juez que no existía peligro de fuga, decisión que fue posteriormente revocada.

El juicio contra el ex fiscal militar por la desaparición de Venturelli comenzó en Roma el 18 de noviembre de 2009 y desde entonces se han celebrado una serie de vistas orales que se prevé que concluyan en los próximos días con la sentencia de los jueces del Tribunal Penal de la capital italiana.

Omar Venturelli, que había dejado los hábitos para casarse, se presentó voluntariamente en el regimiento Tucapel de Temuco el 25 de septiembre de 1973, tras enterarse por una emisora de radio local de que era requerido por las autoridades castrenses.

Venturelli, que entonces tenía 31 años y era padre de una niña, fue trasladado posteriormente a la cárcel de Temuco, donde fue visto por otros presos hasta el 4 de octubre de ese mismo año, fecha en que se pierde su rastro.