"El señor Pinto me dijo, en términos generales, en qué consistían estas operaciones, que se trata de contratos forward, donde asumí que estaban visadas por la administración en general del grupo CB".

Con esas palabras, Iván Rojas, ejecutivo del grupo Cruzat y uno de los principales intermediarios de este tipo de operaciones con Penta, relata el inicio de su participación en la confección de 102 contratos forward entre ambos grupos.

Rojas, quien según su declaración del 12 de febrero a la Fiscalía Oriente ingresó al grupo Cruzat el 2001, tras enviar un "currículum", dice que Mauricio Pinto se acercó a él por "mi conocimiento técnico de esta materia" y que a esa fecha pensaba que las transacciones estaban autorizadas por la empresa y que se preocupó de que estuvieran "calzadas", es decir, que las ganancias y pérdidas por los forward de entrada y salida se netearan sin perjudicar económicamente al grupo Cruzat.

En su declaración a la Fiscalía, Manuel Cruzat dice que Pinto es un "antiguo ejecutivo que trabajó con nosotros hace unos 40 años" y que es cercano a (Hugo) Bravo y (Carlos) Délano por su "pasión por la U. de Chile". Rojas, en su respectiva declaración, revela que fue precisamente Pinto quien lo involucró en este tipo de operaciones y que con él se repartía una comisión personal de 2% por realizarlas.

"Me dice que se trataba de pagos para ejecutivos de empresas Penta y que por un tema de confidencialidad de la información se tenía que hacer de esta forma", relata Rojas sobre las operaciones forward que le encargaba Pinto. "La idea era que no supieran otros ejecutivos para no causar roces internos", agrega.

Según Rojas, los contratos forward entre ambos grupos se hacían ex post, "con el objeto de determinar con precisión qué empresa ganaba y qué empresa perdía", pero que la utilidad de $ 40 millones en cinco años que obtuvo el grupo Cruzat producto de un cobro del 1% por realizar estas operaciones está "debidamente contabilizada y tributada".

Asimismo, y pese a señalar que al principio pensaba que las transacciones estaban autorizadas por el grupo, Rojas plantea en su declaración ante los fiscales Pablo Norambuena y José Villalobos que tanto Manuel Cruzat como sus hijos y otros ejecutivos del grupo, "desconocían estas operaciones".

"Las firmas distintas a la mía correspondían sólo a un proceso administrativo y que no tenían conocimiento de estas operaciones", dice Rojas.