Llegó a su escritorio como otros cientos de manuscritos. Era otra novela policial de un autor inédito. Kate Mills, editora del sello británico Orion, la leyó, consideró que estaba "bien escrita", pero no mucho más que otras. Tomó su copia de The cuckoo's calling y le envió a su autor, Robert Galbraith, una nota, rechazándola. Según Mills le dijo al diario británico The Independent, otras editoriales también habrían desestimado publicar a Galbraith. Como ella, no sabían información clave: la verdadera autora del libro era J. K. Rowling.
Revelado ayer el secreto por The Sunday Times, la noticia fue una bomba en el mercado editorial. Hasta el sábado pasado, The cuckoo's calling había vendido alrededor de 1.500 ejemplares. No tan mal para un debutante que la crítica había tratado bien. Desde que se supo que la autora de Harry Potter estaba detrás, las ventas en Amazon explotaron en un 500%. Hoy es el título más vendido por la librería online en EE.UU. e Inglaterra.
Protagonizada por el investigador privado Cormoran Strike, The cuckoo's calling podría ser el inicio de una saga. "Para aquellos que me han pedido una secuela, diré que Robert (el autor ficticio) tiene intención de seguir escribiendo más libros de esta serie, aunque probablemente continuará esquivando sus apariciones públicas", dijo Rowling.
ANALIZANDO A ROWLING
Publicada a fines de abril, The cuckoo's calling se centra en el caso de la muerte de una modelo. La policía sostiene que fue un suicidio; Strike investiga su asesinato, sumergiéndose en el mundo de la alta costura. Aunque siempre se supo que Robert Galbraith era un seudónimo, nadie sospechó de Rowling, que hacía seis meses había publicado Una vacante imprevista.
Según informó The Sunday Times, para descubrir a Rowling llevaron a cabo una investigación detectivesca. La primera pista fue un tuit que recibió un periodista del diario, alertándolo de que tras Galbraith estaba la creadora de Potter. Antes de consultar a la autora, el diario le pidió al analista computacional Peter Millican que revisara la novela. A través de un software especial, fueron comparadas Una vacante imprevista, Harry Potter y las reliquias de la muerte (tomo final de la saga) y The cuckoo's calling.
Con los resultados de ese estudio, Rowling fue consultada por su relación con el libro. "Esperaba guardar el secreto por más tiempo; ser Robert Galbraith ha sido una experiencia liberadora", dijo la autora, que contó con la complicidad de David Shelley, editor de Little, Brown y quien también publicó Una vacante imprevista. En la editorial, nadie habría sabido que Galbraith era la pantalla de Rowling y The cuckoo's calling fue promovida como todas las novelas de un autor debutante. Ya no más: la próxima incluirá el nombre de su autora. Aún no tiene fecha de publicación en español.