Ayer fue un largo día para J.T.N.V., (15) quien se encuentra en la Casa 1 del centro cerrado del Sename ubicado en la comuna de San Joaquín.
El menor fue evaluado por especialistas, quienes determinaron que está "en buenas condiciones", a pesar de estar "afectado por el impacto mediático del caso", según el director regional del Sename, Rodrigo Orellana. Los expertos vieron cuál era el nivel de escolaridad del joven de Vitacura y cuáles son los ramos que verá en los 60 días que permanezca internado, mientras dure la investigación.
Previo a las evaluaciones siguió la rutina del centro, que alberga a jóvenes de entre 14 y 16 años, primerizos y con bajo compromiso delictual. A las 22.00 se fue a acostar a su habitación, que comparte con tres dolescentes.
El domingo, se despertó a las 7.30, ordenó un poco su pieza y desayunó. De 9.30 a 11.30 recibió a dos familiares (el máximo de visitas que admiten). A estos los podrá ver nuevamente mañana, en ese mismo horario.
En tanto, la rutina que hoy seguirá J.T.N.V. está llena de actividades, pues, "la idea es que los jóvenes estén todo el día con actividades", dice Orellana.
Tras levantarse, hacer sus camas, ordenar la casa y desayunar, se reunirán por media hora con el coordinador del lugar para reflexionar sobre el día. Esta actividad se repetirá a las 19.30. A las 9.00 empiezan las clases, hasta la 13.00, y se van a almorzar.
Luego, tienen tres actividades. La primera es un taller de armado de computadores, donde les enseñan las funciones de las piezas de la máquina y cómo armar un equipo. Cómo hoy es el primer día del menor en el taller, se espera que reciba las nociones claves de un PC para luego desarmar uno. J.T.N.V. también participará en el taller de carpintería, donde los adolescentes fabrican mesas, sillas y esquineros. Luego, vienen las actividades deportivas. En el Sename dicen que la mayor parte del tiempo se practica fútbol, pero los internos cuentan con mesas de ping-pong y con un gimnasio que se utiliza esporádicamente.
IGUALDAD DE TRATO
El director regional del Sename es enfático en señalar que "no hay disposiciones especiales" para J.T.N.V. De hecho, el coordinador de cada casa vela para que no haya diferencias entre los jóvenes. Por ejemplo, se aceptan hasta tres mudas de ropa, para no provocar roces entre los compañeros por las marcas. Esta regla se repite con las zapatillas.
En tanto, los cigarros y los productos que les llevan los familiares también son resguardados.