Jack Ryan, el clásico agente de la Guerra Fría, vuelve al cine en película de Kenneth Branagh
El filme inspirado en el espía de la CIA creado por el recientemente fallecido Tom Clancy se estrena el 6 de febrero en Chile. La cinta Jack Ryan: Código sombra se adentra en los años de entrenamiento del espía, cuando se enfrenta a un terrorista ruso.
Todos los héroes vuelven. Aunque sea con 20 o 30 años menos que los se le conoce. Le sucede así, por ejemplo, a Jack Ryan, el agente de la CIA que alguna vez combatió con éxito al IRA, a los narcotraficantes colombianos y hasta a los militares soviéticos. Personaje literario y cinematográfico favorito de los republicanos en EE.UU. durante la Guerra Fría, Ryan es el protagonista de la nueva cinta del británico Kenneth Branagh (Thor, Frankenstein). Ahora tiene poco menos de 30 años, está recién casado y aprende sobre la marcha, con pequeños triunfos, algunos tropiezos y no pocos fracasos. Es un novato destinado a cosas mayores.
La cinta, que se llama Jack Ryan: Código Sombra, es la primera inspirada en el personaje creado por el escritor Tom Clancy que no se basa directamente en una de sus novelas. Es, en otras palabras, una creación libre sobre este héroe de la CIA antes presente en La caza del octubre rojo (1990), Juego de patriotas (1990), Peligro inminente (1994) y La suma de todos los miedos (2002).
La llegada de la película es a diez años de la anterior y a cuatro meses de la muerte de Clancy, el pasado 1 de octubre. Es más: la obra está dedicada al autor de Baltimore, un bestseller con cien millones de libros editados.
Aunque Jack Ryan es ahora bastante más joven que sus homónimos previos, la acción transcurre en el presente. Son tiempos de agentes de la CIA desorientados ante el nuevo orden mundial. Hay terrorismo atomizado en todos los puntos del planeta y , por supuesto, siniestros villanos de las ex súper potencias. El más peligroso es el ruso Viktor Cherevin (el propio Kenneth Branagh), un megalómano que pretende conquistar el planeta sin disparar un solo tiro. Es lo que podría llamarse un terrorista económico: producirá un crack financiero mundial si es que alguien no lo para.
El guión ha dispuesto que el hombre llamado a terminar con Cherevin sea Jack Ryan (Chris Pine, el capitán Kirk de la nueva Star Trek). ¿Que hará? Se guiará por sus impulsos y correrá en su motocicleta Ducati hasta que los tumbos le digan que hay que pensarlo dos veces antes de enfrentar a los súper villanos.
El novato Ryan, un espía de escritorio hasta el momento, logra la ayuda de William Harper (Kevin Costner), veterano e ilustrado agente de la vieja guardia. Harper se transforma en el mentor de Ryan en estas riesgosas circunstancias, donde además Cathy Ryan (Keira Knightkey), la esposa del voluntarioso Jack, puede ser un objetivo a los ojos de Cherevin.
Director de formación shakespereana y responsable de Enrique V y Hamlet entre otras, Branagh es también un realizador dúctil. Una de sus primeras cintas fue el thriller Volver a morir (1991). Enfrentado a esta nueva versión de las aventuras de Ryan, Branagh defiende al personaje como una suerte de agente común y silvestre. "Siempre me gustaron las películas de James Bond, de Jason Bourne y la Misión imposible, pero Jack Ryan es distinta de todas aquellas", dijo hace poco al portal de entretenimiento Hit Fix. Y agrega: "Ryan no es un asesino a sueldo, ni pertenece a un programa determinado ni tiene la elegancia de Bond. No posee la tecnología de Misión imposible, pero es el mejor y el más brillante de su grupo. Es un analista de la CIA con talento, cerebro y ganas de hacer algo".
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