La senadora Jacqueline van Rysselberghe no esperaba una votación tan masiva en la pasada elección primaria. Eso, dice, conlleva a realizar varios análisis de cara a la elección de noviembre; uno de ellos, la posibilidad de que Sebastián Piñera pueda triunfar en primera vuelta. En esta entrevista, la presidenta de la UDI remarca que el rol de los partidos políticos debe estar muy diferenciado de la labor de la campaña. Pero -enfatiza- su integración al comando es clave para que "el ciclo político de cambio" realmente se concrete. "Se necesitan más de cuatro años para poner nuevamente a Chile en la senda del progreso", señala.
Sebastián Piñera dijo que su candidatura iba a proyectarse hacia el mundo del centro. ¿Qué opina?
Me parece lógico e indispensable. Sebastián Piñera se va a enfrentar a dos candidatos de izquierda, una más dura que la otra; por lo tanto, el centro hoy está huérfano de liderazgo, por eso es razonable que Sebastián Piñera trate de captar ese vacío para poder ganar en primera vuelta.
¿Cómo es ese centro al que debe acercarse Sebastián Piñera?
Este no es un centro ideológico, sino más bien un centro social al que se hizo referencia en algún minuto. Es gente que tiene necesidades que son comunes y mayoritarias, que hoy no están siendo satisfechas por el proyecto político de la Nueva Mayoría. Ese centro, al no ser ideológico, puede ser representado por cualquiera de los partidos. Nosotros sentimos que podemos representar muy bien a ese centro que está básicamente construido en la clase media.
¿Cómo se atrae a ese centro sin dejar la derecha?
Al no ser un centro ideológico, uno debe plantear las ideas con claridad que puedan hacer que las necesidades de las personas sean satisfechas, como por ejemplo las de libertad, de decidir en qué colegio quiero educar a mis hijos. Hoy ese centro que tradicionalmente creían las consignas de la Nueva Mayoría ya no creen en el camino que propone la izquierda, porque no les acomoda ni les termina dando los resultados que esperan. Nosotros sí tenemos esas respuestas.
¿Sebastián Piñera no abandona entonces la derecha?
Todo lo contrario. Hay que ser claro en diferenciarse de la Nueva Mayoría. Si hay un 70% u 80% de rechazo de la Nueva Mayoría, hay que establecer claramente por qué a la gente no le gusta lo que ellos están haciendo.
¿Qué rol tiene la UDI para ir a conquistar a la gente del centro?
Los partidos tienen que ser un agente de trabajo y no de conflicto. Tienen que ayudar a que las cosas se construyan. Nosotros creemos que Sebastián Piñera debe instalar propuestas ciudadanas, ir al centro, y tenemos que ayudar a que eso se difunda a través de nuestras candidaturas parlamentarias. Cada candidato debe ser portavoz del mensaje de nuestro candidato presidencial.
Sebastián Piñera dijo que no es un hombre de extremos. ¿Cree eso?
Sí. Piñera es un hombre inteligente, y la gente inteligente tiene posiciones que consensua con distintos puntos de vista. Alguien extremo es alguien incapaz de adaptarse, incapaz de ceder ni de llegar a acuerdos.
¿La campaña de Sebastián Piñera se derechizó en algún momento?
La campaña tiene que tratar de conquistar el 50+1 de los votos. Esto no es rígido, es dinámico y se va a ir evaluando para ver cómo van cayendo los mensajes. Yo lo que sí tengo claro es que somos muy distintos a la Nueva Mayoría y eso no pasa por derechizar o no derechizar. Yo sí comparto en que hay que plantear temas más ciudadanos que políticos. Si bien la política es necesaria para desarrollar un país, la gente no se siente identificada con la política, no la homologa a los problemas cotidianos. Hay que concretar cosas para que la gente se dé cuenta de que no da lo mismo quién gobierne.
¿Usted, que es considerada del ala más conservadora de la UDI, se considera de extrema derecha?
No. Yo creo que el defender la familia, el tener la certeza de que la vida comienza desde el momento de la concepción, el creer que lo mejor para los niños -aunque no lo único bueno- es poder contar con un hogar en donde lo puedan criar en un ambiente de amor un papá y una mamá te hace ser una persona que cree en eso, y no por eso de extrema derecha. Sí tengo ideas de derecha, porque estoy convencida de que en la manera para sacar adelante el país se requiere del emprendimiento, que el Estado tiene que ser un ente que fiscaliza a los privados, que tiene que actuar con mano acogedora en aquellos lugares donde los privados no están dispuestos a actuar.
Pocos salen a defender a quienes están presos en Punta Peuco, pero usted sí lo hace constantemente.
Eso no tiene que ver con la posición política sino que con la coherencia. Me llama mucho la atención que hoy haya personas cercanas a posiciones de la Nueva Mayoría que piensan lo mismo.
Dice que hay que plantear temas ciudadanos y no políticos. ¿Punta Peuco es un tema ciudadano?
Hay que diferenciar roles. Cuando digo temas ciudadanos, me refiero al candidato presidencial, a Sebastián Piñera. La gente tiene que ver en él la solución de sus problemas que son cotidianos. Pero los partidos tienen un rol distinto, que es ser guardianes del tema conceptual. Tenemos que ser capaces de defender nuestras ideas, por lo que si creemos que en el gobierno militar hubo personas que violaron los derechos humanos, sí, lo creemos y lo condenamos, pero al mismo tiempo pensamos que no todo el mundo que participó en el gobierno militar es culpable de aquellos excesos que se cometieron. Hoy, cuando hay una persona ex cabo de Carabineros, de 84 años y que tiene una enfermedad terminal, es razonable que pueda terminar la pena en su hogar. Como partido tenemos la obligación de plantearlo, porque no es justo que hoy se le trate así a esa persona.
¿Siente la necesidad de responder a un sector del partido o a un nicho como lo es "la familia militar"?
Uno debe ser coherente. La UDI es un partido que fue fundado por Jaime Guzmán y uno no puede renegar de eso. Hay muchas personas en la UDI que trabajaron en el gobierno militar y que son capaces de reconocer los excesos que hubo, pero a la vez son capaces de reconocer que el gobierno de Pinochet surgió fruto de una crisis política por la inoperancia de los políticos de la época y que, finalmente, fue un gobierno que cambió el eje del desarrollo del país.
En su campaña a la presidencia de la UDI se discutió sobre si decir "dictadura" o "gobierno militar". Su contendor, Jaime Bellolio, decía "dictadura"...
No fue una dictadura, fue un gobierno autoritario. Yo no conozco ninguna dictadura que haya entregado el poder democráticamente. Que fue más largo... puede ser, pero hubo una elección democrática que respetó el resultado. ¿Fue un gobierno democrático típico? No. ¿Fue una dictadura? No.
¿La violación a los derechos humanos no cabe en el concepto de dictadura?
Cabe perfectamente bien en lo que es un gobierno autoritario. Respeto las distintas visiones, pero insisto que hay que reconocer que una dictadura no entrega pacíficamente el poder a través de una elección, lo que no aminora en nada el hecho de que se cometieran excesos.
Que Piñera diga que va a ir conquistar al centro, que usted marque estas posturas, ¿es señal de que deba haber preocupación por la campaña del ex UDI José Antonio Kast?
No. Yo no estoy de acuerdo con lo que está haciendo José Antonio Kast, pero tengo la certeza de que él tiene el convencimiento más profundo de que lo peor que le puede pasar al país es un nuevo gobierno de la izquierda.
Usted estuvo preocupada en la primaria por el fuego amigo. ¿Puede existir una campaña dura entre Sebastián Piñera y José Antonio Kast?
No me cabe duda de que, pese a que en la campaña pueda marcar diferencias, va a tratar de que no se generen espacios que vayan en beneficio de la Nueva Mayoría. Lo conozco políticamente, no soy su amiga, pero sé que va a poner el bien de Chile por sobre cualquier cosa. Más allá de que sea legítimo que llegue a marcar diferencias, no creo que vaya a generar daño.
¿Cómo es su relación con Sebastián Piñera?
Muy buena.
¿Qué significa que sea "muy buena"?
Lo que pasa es que yo trato de no molestarlo mucho. Yo he sido candidata muchas veces y uno entiende que él está bien sobrepasado, pero cuando necesito ayuda o plantear algo, siempre tengo la puerta abierta.
¿Cómo están los equilibrios políticos en el comando?
Hoy todo debe reestructurarse, porque tiene que ingresar Evópoli. Hay que repensar la forma en que esto se va a organizar, pero veo voluntad por parte del comando y sobre todo de Piñera de generar las condiciones para evitar conflictos en la medida de lo posible. Piñera tiene el convencimiento de que, en roles distintos, los partidos tienen que estar incorporados y no solo en la campaña sino que también en el gobierno. Si queremos que el gobierno sea un cambio en el ciclo político, que volvamos a poder poner a este país en la senda del desarrollo, se necesita más de cuatro años. Ese cambio solo se va a lograr si se trabaja en conjunto con los partidos. El cómo lo vamos a implementar es un tema dinámico, pero la hipótesis de fondo, Piñera la tiene clara. El resto son negociaciones...
¿Ha estado cómoda en las últimas actividades masivas? Han comentado descoordinaciones.
Yo he estado en muchas campañas y a veces entiendo que las cosas no resulten como uno pensaba. Sin duda hay que mejorar la producción de la campaña, porque hubo cosas que no estuvieron bien organizadas y daba lo mismo, porque era la primaria, pero ahora hay que hacerlas mejor.
¿Cuál es el análisis de la UDI sobre los resultados en las primarias?
En general fue muy buena, se demostró que la gente quiere un cambio pacífico y democrático, la gente fue a votar masivamente. La primaria demostró la posibilidad de que Piñera gane en primera vuelta; es difícil, pero ese debería ser nuestro desafío.
¿Se arrepiente de no haber impulsado con fuerza las primarias?
Yo reconozco que pensé que iba a votar mucho menos gente. Y me alegro mucho no haber tenido la razón, por el bien de Chile. Pero era razonable pensarlo, no veo por qué uno no puede evaluar las cosas y tomar una decisión luego. La UDI trabajó con fuerza para que la gente fuera a votar.
¿Cree que la gente se movilizó porque no quiso una izquierdización mayor dada la presencia del Frente Amplio?
La gente dice "no queremos eso"... Alejandro Guillier, que dice que va a continuar este gobierno, y Beatriz Sánchez, que va a ser más de izquierda... Por eso la gente se movilizó y por eso creo en la posibilidad de que Piñera gane en primera vuelta.
Ernesto Silva dijo que le preocupaba especialmente la votación que tuvo Felipe Kast, sobre todo en el sector oriente, que alcanzó el 22%. ¿Qué opina usted?
La UDI en la distintas elecciones ha ido demostrando que tiene adhesión, que corta transversalmente a la sociedad. La UDI no se concentra exclusivamente en el barrio alto de Santiago, es un partido que saca muchos votos ahí, pero también muchos en sectores de clase media y muchísimos votos en sectores vulnerables. Así se construyen las mayorías, y eso se vio respaldado en las últimas elecciones y también en el refichaje. Tenemos, efectivamente, un desafío de seguir creciendo en un sistema electoral nuevo.
El diputado dice que le preocupa que la UDI entre en decadencia...
Está equivocado. En las municipales nos fue muy bien y nadie pensaba que íbamos a refichar el partido. Yo tengo la esperanza de que con el trabajo de todos seguiremos siendo el partido más grande.
¿Pero usted ve que la UDI ha perdido votos de jóvenes de elite?
No creo eso. Efectivamente Felipe Kast ha hecho un trabajo en ese nicho, en ese sector, no reconocerlo es un error.
¿Y el voto popular fue captado por Manuel José Ossandón?
El voto popular de Santiago, para ser justos. El "Cote" tiene defectos, como todos, pero es buen comunicador. Habla en el mismo canal que la gente, es campechano, tiene mucho sentido común, habla lo que la gente quiere escuchar, la entiende por el hecho de haber sido alcalde, dice y comunica de una manera adecuada. Entonces, son virtudes que, sumado al conocimiento de alcalde, lo ayudaron a esa votación popular de Santiago. Pero esa votación no se vio reflejada en las regiones.
¿Le falta modernización a la UDI?
La UDI siempre tiene que estar dispuesta a mejorar, y hay que mejorar la comunicación con los militantes, el sentido de pertenencia, las plataformas digitales, la imagen digital, pero eso no significa que uno tenga que cambiar lo que es, porque es la UDI la que ha ganado elecciones.
¿Qué está haciendo la UDI para mejorar esos aspectos?
La campaña parlamentaria es una oportunidad para refrescar la imagen de la UDI. Hay que mejorar la forma de comunicar lo que somos.
¿Piensa cambiar la declaración de principios del partido?
Sí, hay temas de las mujeres que hay que cambiar. En un momento la leí y vi que efectivamente hay cosas que adecuar. Hay que actualizarla, pero solo en el tema de las mujeres, no en lo del gobierno militar, eso no vale la pena.
¿Es machista?
Está como en la década del 70... está con un lenguaje...
¿Siente que la juzgan más por ser mujer? Es la primera en ocupar este cargo en el partido.
Tengo el convencimiento -no me estoy quejando, no me gusta quejarme, porque creo que hombres y mujeres tenemos las mismas habilidades- de que cuando un hombre tiene un cargo de autoridad y la ejerce, es mirado como un líder. Cuando una mujer tiene un cargo de autoridad y la ejerce, genera un ambiente más hostil. Las cosas se tensionan, pero es un hecho de la causa, y como es así uno tiene que trabajar el doble para controlar esa hostilidad. Pero si uno ve resultados, al final del día, la UDI está ordenada.